La inflación y la devaluación del peso han transformado profundamente la economía argentina. Hoy, $100 alcanzan apenas una fracción de lo que podían comprar hace dos décadas.
Desde principios de 2002, la economía argentina ha experimentado una transformación radical en términos de inflación, devaluación y emisión monetaria. Un claro reflejo de esta crisis es la evolución del billete de $100, una denominación que en su momento tenía un poder adquisitivo significativo y hoy se ha vuelto insuficiente para cubrir necesidades básicas.
Aumento en la cantidad de billetes
La cantidad de billetes en circulación se ha multiplicado por 30 en las últimas dos décadas. Según un informe de la UADE, hasta 2024, el número de billetes circulando alcanzó los 11.800 millones, lo que representa un aumento explosivo respecto al 2002. Esto refleja la constante emisión de dinero por parte del Banco Central de la República Argentina (BCRA) para financiar el gasto público y cubrir déficits fiscales.
La necesidad de nuevas denominaciones
Para hacer frente a la creciente inflación, se ha incrementado la emisión de billetes de mayor denominación. Desde la introducción del billete de $500 en 2016, y el de $1.000 en 2017, la necesidad de mayores denominaciones ha sido cada vez más evidente. En 2023, se sumaron los billetes de $2.000, mientras que en 2024, los de $10.000 y $20.000. Estos cambios reflejan el deterioro del valor real de la moneda nacional.
La pérdida de poder adquisitivo
El billete de $100 de 2002 es un claro ejemplo del impacto de la inflación en el poder adquisitivo. En 2002, con $100 se podían comprar aproximadamente 28 kilos de asado, 142 kilos de pan o más de 62 kilos de yerba. Hoy, esa misma suma apenas alcanza para una fracción de esos productos:
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Asado: El kilo cuesta $12.000, por lo que con $100 solo se pueden comprar 8 gramos.
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Pan: Con $100, se pueden adquirir 43 gramos.
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Yerba: La misma cantidad de dinero apenas cubre 29 gramos.
¿Qué pasó con el salario mínimo?
El salario mínimo también ha sufrido una drástica pérdida de poder adquisitivo. Según la CTA, el salario mínimo alcanzó en abril de 2025 los $296.832, pero en términos reales es 44,1% inferior al salario mínimo de noviembre de 2019 y 57,3% menor al de noviembre de 2015. Si el salario mínimo hubiese mantenido su valor real desde 2019, hoy rondaría los $700.000.
La emisión monetaria y su impacto en la economía
La emisión monetaria ha sido una herramienta utilizada por el BCRA para financiar el gasto público. Sin embargo, cuando el ritmo de emisión supera el crecimiento de la economía, esta expansión genera inflación. La consecuencia es un desajuste en la capacidad de compra de los ciudadanos, lo que provoca una caída del valor del dinero.
El impacto en el dólar
En términos de dólares, la evolución de la moneda es aún más reveladora. A principios de 2002, con un tipo de cambio de $3 por dólar, $100 equivalían a USD 33. En marzo de 2025, con el dólar alcanzando los $1.200, esos mismos $100 solo alcanzan para USD 0,08.
¿Qué nos espera en el futuro?
La evolución del billete de $100 es un claro reflejo de las profundas transformaciones que ha sufrido la economía argentina en las últimas dos décadas. La pérdida de poder adquisitivo, el aumento de la cantidad de billetes en circulación y la necesidad de introducir nuevas denominaciones son solo algunos de los efectos de una inflación persistente que sigue erosionando el valor de la moneda. Con un escenario económico marcado por la devaluación y la creciente emisión monetaria, la capacidad de compra de los argentinos sigue disminuyendo, afectando especialmente a las clases medias y bajas