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SIGUE EL BAÑO DE SANGRE EN ROSARIO: 6 HERIDOS Y 5 ATAQUES SICARIOS EN 2 DÍAS

 

Cuatro jóvenes entre 21 y 25 años, un joven de 27 y una mujer de 35 fueron baleados en dos ataques en los barrios Empalme Graneros y Cinco Esquina. La posible vinculación de uno de las balaceras con un peligroso narco prófugo.

La violencia no se detiene en la ciudad de Rosario. Luego de los siete homicidios de la semana pasada -seis de ellos ocurridos en apenas 24 horas- en las últimas horas se registraron cinco nuevos tiroteos con un saldo de seis heridos de bala.

El primer ataque ocurrió este lunes al mediodía, cerca de las 12:40, en el cruce de las calles Servando Bayo y Riobamba del barrio Cinco Esquinas, donde un joven de 27 años y una mujer de 35 fueron sorprendidos por dos atacantes a bordo de una moto que les dispararon más de una decena de tiros y luego huyeron a toda velocidad del lugar.

Las víctimas fueron trasladadas de urgencia al Hospital de Emergencias Dr. Clemente Álvarez: el joven, identificado como Lucas G. con ocho disparos en el tórax, los brazos y las piernas y su acompañante, Rosa N., con dos heridas de bala en una pierna.

La mujer, según informó después el diario La Capital de Rosario, se trata de la madre de Kevin Andrés Nieri, un adolescente de 16 años que fue asesinado en esa misma esquina junto a Leonel Bubacar en septiembre de 2018 por Claudio Javier “Morocho” Mansilla, el único criminal que continúa prófugo tras la fuga en la cárcel de Piñero de junio pasado.

En julio pasado, en un juicio oral realizado en su ausencia, Mansilla fue condenado por esos dos crímenes a 25 años de prisión. Según se argumentó en el juicio, Mansilla se valió de un menor de edad que fue hasta la casa de las víctimas y los hizo salir con la excusa de querer hablar con ellos. Una vez en el pasillo, sin embargo, Mansilla disparó desde un auto y escapó. Nieri murió en el lugar y su amigo unas horas después.

Para la fiscal Marisol Fabbro, el trasfondo del doble crimen había sido una pelea territorial por el comercio ilegal de estupefacientes en el barrio: Mansilla los habría acusado de ser los entregadores en una balacera de la que logró escapar. Tras el crimen, según informó la prensa local, la madre de Kevin había sido amenazada también, por lo que vivía con custodia desde hacía tres años.

La investigación del hecho quedó a cargo del fiscal Ademar Bianchini que dispuso la intervención del Gabinete Criminalístico para relevamiento de la escena del hecho y toma de testimonios. Fuentes judiciales informaron a Infobae que los investigadores analizan la posible vinculación de este hecho con un homicidio ocurrido en la misma zona en abril pasado.

A apenas cinco cuadras del lugar, sobre la calle Ituzaingó al 4300, se produjo otro ataque con tiros. Una mujer denunció que se encontraba dentro de su casa junto a sus nietos, cuando escuchó el sonido de una moto y varias detonaciones, por lo que se tiró al piso junto a los menores. Una vez pasado el ataque, la mujer constató que varios de los disparos habían impactado dentro de su casa.

En su denuncia, la mujer apuntó directamente contra los “cavernícolas de la calle Riobamba y Servando Bayo” por lo que los efectivos patrullaron la zona, donde finalmente aprehendieron a un joven de 22 años y a un cómplice que se ocultaban dentro de una vivienda e intentaron huir.

En ese lugar, además, los efectivos secuestraron un pequeño arsenal compuesto por: una pistola Bersa, calibre 9 mm. sin numeración con 16 municiones en el interior y una en la recámara; una pistola 9mm sin marca ni numeración con 12 municiones y también otra en la recámara, un cargador con capacidad para 25 municiones y 13 en su interior, otro cargador correspondiente a una pistola calibre .45 con una sola munición, tres cartuchos calibre .12 marca Italy y un bolso de tela.

La tercera balacera ocurrió el lunes por la tarde en el barrio Empalme Graneros, donde cuatro jóvenes de 21, 22, 23 y 25 años fueron atacados cerca de las 18.30.

Ocurrió cuando las víctimas se encontraban en la calle frente a un quiosco en la esquina de las calles Liniers y Einstein y fueron sorprendidos por cuatro pistoleros aún no identificados repartidos en dos motos -una blanca de baja cilindrada y una Honda Tornado negro, según los testigos del ataque- que dispararon contra el grupo y escaparon.

Tres de los jóvenes recibieron impactos de bala en extremidades y uno en la espalda, y fueron internados en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, el Centenario y el Eva Perón. Uno de los heridos, identificado como Alexis M. cuenta con antecedentes penales en una causa por tenencia de municiones de armas de fuego de noviembre pasado, según indican fuentes del Ministerio Público de la Acusación.

La violencia continuó hacia la noche y la madrugada del martes aunque sin heridos ni víctimas fatales. El primero de ellos en la calle Laprida al 5700, donde un hombre de 56 años denunció que cerca de las 23.30, mientras dormía, escuchó detonaciones y el ruido de un vidrio que estallaba y al salir encontró varias perforaciones en el frente de su casa. En el lugar, efectivos de la Unidad Regional II incautaron 7 vainas servidas y dos plomos deformados.

El último se registró cerca de las dos de la mañana del martes en la calle Pavlov al 1500, al norte de la ciudad, donde una mujer de 50 años avisó a la policía que, mientras dormía en la planta alta de su casa, escuchó, al igual que su hija que también estaba en la casa, el paso de una moto y luego varios disparos. Efectivamente, frente al kiosco que funciona en la planta baja, personal de la Agencia de Investigación Criminal encontró 12 vainas servidas.

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