Tensiones por la reforma impositiva y la falta de información
A tan solo un día de la votación del dictamen del Presupuesto 2026, la discusión se intensifica entre el oficialismo y la oposición, mientras el clima de desconfianza crece, especialmente por las expectativas de una reforma tributaria. El oficialismo planea incluir una modificación a la estructura impositiva en el temario de las sesiones extraordinarias que convocaría próximamente, lo que está generando incertidumbre sobre el impacto que estos cambios tendrían en las estimaciones del presupuesto.
Según un diputado de la oposición, este anuncio genera un problema significativo: “Nos llevan a discutir el presupuesto y anuncian que van a modificar la estructura de recaudación impositiva. Esto cambia la idea del proyecto, los números, las estimaciones. Y no nos han adelantado más que eso, por lo que estamos discutiendo algo que puede que desaparezca en marzo”, destacó. Aún no hay detalles claros sobre los cambios impositivos, lo que ha dejado a muchos en un limbo, sin saber cómo podrán incidir en el presupuesto aprobado.
La oposición pide certezas y desconfía del oficialismo
Por otro lado, la oposición se muestra escéptica respecto a las intenciones del oficialismo de avanzar con un presupuesto concreto. En gran parte, esta desconfianza proviene de la experiencia del año anterior, cuando en diciembre de 2024 el oficialismo retiró sorpresivamente el proyecto de ley sin previo aviso. Los bloques opositores temen que esto vuelva a ocurrir. “El acuerdo era que si ellos -por el oficialismo- tenían un compromiso público y un llamado a extraordinarias, se podría conversar. Por ahora no hay nada así, por lo que avanzamos con un dictamen propio”, explicó una fuente del bloque Encuentro Federal.
Disputa por el dictamen y la influencia de los gobernadores
Los bloques de la oposición, como Unión por la Patria y Encuentro Federal, están trabajando en dictámenes propios y están intentando conseguir las 25 firmas necesarias para presentar sus propuestas. Sin embargo, los gobernadores también están a la espera de cómo se resuelven los detalles, ya que aún no está claro qué rol jugarán en las negociaciones. Democracia está evaluando qué camino tomar, aunque las decisiones en torno al presupuesto y la reforma tributaria serán influidas también por el contexto político de los gobernadores que se ven directamente afectados por las políticas fiscales.
Además, hay un bloque que ha quedado fuera de la mesa de negociación, el de Innovación Federal, integrado por diputados de Misiones, Río Negro, Salta y Juntos Somos Río Negro. Estos diputados habían exigido un trato diferenciado, pero con el cambio de composición política tras las elecciones, se sienten excluidos de la discusión. “Desde el resultado de las elecciones, en donde La Libertad Avanza (LLA) se impuso, no nos llamaron más. Ahora depende de los gobernadores”, comentó un legislador de Río Negro.
Falta de comunicación y crecimiento de la desconfianza
Una de las críticas recurrentes desde la oposición es la falta de comunicación clara desde el oficialismo respecto a los cambios tributarios. “Tenemos algunos comentarios sobre la reforma laboral, pero nada sobre la tributaria. Más allá del anuncio, no nos comunicaron nada más”, explicó un especialista tributario, lo que aumenta aún más la incertidumbre.
A medida que se acerca el 4 de noviembre, fecha prevista para el dictamen del presupuesto, se espera que la desconfianza continúe creciendo, especialmente en un escenario político cargado de incertidumbres. Con la sesión extraordinaria pendiente y la presión por las modificaciones fiscales, el futuro del proyecto parece aún más incierto.






