Durante su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada, Adorni sostuvo que «el INTA es un organismo fundamental para el desarrollo del campo argentino cuyos objetivos fueron desvirtuados por la gestión anterior» con temas como «las cuestiones de género, los falsos mapuches y la agricultura familiar», además de sumar «el 50 por ciento de sus 6.852 empleados durante los gobiernos de Cristina Fernández entre 2007 y 2015».
Al describir el diagnóstico de situación del organismo, el Vocero también mencionó que «de los 250 millones de dólares al año que recibe el INTA, el 90 por ciento se usa para pagar sueldos» mientras que «la participación privada en las investigaciones es inferior al 10 por ciento y el objetivo es que esta cifra aumente al 30 por ciento en 2027». Precisó, además, que «de las 116.000 hectáreas que tiene el INTA entre todos sus predios y propiedades, solo 45.000 de ellas se usan para experimentación con fines comerciales y productivos».
Entre los inmuebles que serán vendidos como parte del plan de modernización del Gobierno, se encuentra el ubicado en Avenida Cerviño y Ortiz de Campo, en Palermo, un edificio «valuado en 6 millones de dólares, como precio base, y cuenta con más de 3.100 m2 de superficie cubierta para apenas 140 empleados», detalló Adorni y aclaró que «lo recaudado por la venta quedará en manos del propio INTA y será destinado a financiar lo que debe financiar el INTA que son investigaciones». Asimismo «se va a poner a disposición el predio del ente estatal en Cerrillos, en la provincia de Salta».
El Vocero Presidencial remarcó que «mañana, el consejo directivo del INTA va a votar este plan» pensado para «brindar más recursos al organismo público, mejorar su equipamiento, modernizarlo y potenciar sus investigaciones». Por último, apuntó que en el Gobierno «confiamos en que, efectivamente, su consejo directivo está a favor de tener un INTA que funcione para los fines que fue pensado y no para lo que se lo ha utilizado últimamente».