Con poco más del 91% de las mesas escrutadas para definir la elección en Río Negro, el candidato del oficialismo, Alberto Weretilneck se impuso por casi el 42% de los votos. Lo siguió el candidato del PRO, Aníbal Tortoriello, que apenas llega al 24% de los sufragios. Lejos se ubicó la candidata del peronismo, Silvia Horne, con poco más del 11%.
Las encuestas habían anticipado una diferencia mayor a favor del candidato oficialista, aunque los resultados fueron más acotados de lo previsto.
Se postuló en tres boletas distintas. La propia, una colectora con fragmentos del peronismo y otra impulsada por un sector del radicalismo, que optó distanciarse de la coalición de Juntos por el Cambio – ahora Cambia Río Negro – y adherir a la fórmula oficial.
Con la sumatoria de sus listas, Weretilneck superó a Tortoriello por algo más de 61 mil votos. Con lista propia y la adhesión del radicalismo obtuvo el 30,94 por ciento de los sufragios y a ello se le sumó el 10,96 que aportó la colectora peronista, alcanzando el 41,9 por ciento. Su rival más cercano llegó al 23,91 por ciento.
“Comienza una nueva forma de hacer política, sin quiebres y grietas” dijo el candidato electo. Cuando la tendencia era irreversible, restando aún el 25 por ciento del escrutinio definitivo, Weretilneck celebró la victoria y agradeció la confianza de los rionegrinos al “gran acuerdo”, tal como denominó al pacto que alcanzó con el peronismo y el radicalismo.
Destacó el acompañamiento de Nos Une Río Negro, fuerza conformada con fragmentos peronistas y de Nuevo Encuentro, y del radicalismo que adhirió a su candidatura a partir de la implementación de un esquema de votación que tuvo su debut en esta elección.