La Selección Sub 20 de Argentina no logró conquistar el título sudamericano, una vez más dejando escapar la oportunidad de brillar en su continente. Con Brasil logrando el bicampeonato, el karma de la selección nacional en este torneo sigue siendo imparable. De las 29 ediciones disputadas desde 1954, solo cinco veces Argentina se coronó campeona (1967, 1997, 1999, 2003, 2015), mientras que el poderío en los mundiales juveniles sigue siendo la única fuente de consuelo.
¿La paradoja? En el ámbito mundial, Argentina es la selección más exitosa de todas, con seis títulos en su haber. Esta diferencia entre el Sudamericano y el Mundial de la categoría refleja una realidad cruda: el sueño sudamericano se les escapa una y otra vez, pero en la competencia global, la historia es diferente.
Un futuro en la mira: el sueño mundial sigue intacto
Aunque la frustración de no haber alcanzado el campeonato sudamericano en esta edición es palpable, la clasificación al Mundial de Chile es un respiro. A pesar de las lágrimas derramadas en el torneo sudamericano, Argentina se aseguró un lugar en la máxima competencia juvenil, y allí buscará seguir demostrando por qué es la selección más exitosa en la historia de los Mundiales Sub 20, con seis títulos que la avalan como la gran favorita en cada edición.
Con esta clasificación, Argentina logra su 18ª participación de 24 posibles en la historia de los mundiales juveniles, empatando con Brasil como la nación con más presencias en esta categoría. La historia está de su lado, y la tabla histórica de puntos muestra a los dos clásicos sudamericanos encabezando la lista, con 241 puntos para Argentina y 183 para Brasil.
Un pasado con altos y bajos: Maradona, escándalos y glorias
El historial de la selección Sub 20 está marcado por momentos que van desde el desdén hasta el esplendor. La primera gran historia ocurrió en 1979, cuando, tras un subcampeonato sudamericano, Argentina formó un equipo imparable que logró el título en el Mundial de Japón, con figuras como Diego Maradona, Ramón Díaz y Juan Simón. Fue un hito para los futboleros de esa época, quienes se levantaban a la madrugada para seguir la emoción de los partidos por televisión pública. Unas semifinales épicas ante Uruguay y una final donde derrotaron a la ex Unión Soviética consagraron a una generación dorada.
Pero no todo fueron festejos. El regreso en 1981 fue fallido, y Argentina quedó eliminada en la primera ronda en Australia. El torneo de México 1983 estuvo marcado por un escándalo que terminó en una batalla campal con Brasil en la final. De ahí, Argentina atravesó ausencias y problemas internos, con la renuncia de técnicos y el mal desempeño de varias generaciones.
El renacer de la selección bajo la dirección de Pekerman
El momento de mayor gloria en la historia de la Sub 20 llegó a mediados de los años 90, cuando José Pekerman asumió el mando y transformó el destino de las juveniles argentinas. En 1995, con jugadores como Juan Pablo Sorin y Ariel Ibagaza, Argentina arrasó en el Mundial de Qatar, consagrándose campeón. Pekerman continuó escribiendo la historia con títulos en 1997 (Malasia), 2001 (Argentina) y 2003 (Emiratos Árabes Unidos), donde la generación de Javier Saviola y Maxi Rodríguez hizo historia.
Sin embargo, el último gran logro mundial fue en 2007 en Canadá, con Lionel Messi, Sergio Agüero y Ángel Di María a la cabeza. Después de eso, las participaciones de Argentina en los mundiales de la categoría fueron irregulares, sin poder alcanzar el nivel de antaño. El sueño se desvaneció en octavos de final en 2019, y el panorama para este 2023 se ve incierto.
El futuro: ¿Una nueva oportunidad?
A pesar de la decepción sudamericana, el Mundial de Chile sigue siendo una nueva oportunidad para que la Sub 20 argentina retome su reinado en el fútbol juvenil. Después de casi dos décadas sin ganar el título mundial, la selección tiene ante sí el desafío de recuperar el brillo que una vez le perteneció, demostrar su grandeza y volver a ser la potencia mundial que siempre se le asoció. El próximo desafío está a la vuelta de la esquina, y la esperanza sigue viva.
Argentina puede haberse quedado sin el título sudamericano, pero la historia mundial sigue abierta. La Sub 20 tiene una nueva chance de resurgir, y con la clasificación en el bolsillo, solo queda esperar qué nos depara el futuro en el escenario global.