El equipo de Ibarra apenas pudo empatar 2 a 2 como local frente a Independiente, pero Racing perdió en su estadio contra River y no lo alcanzó en la cima.
La jornada de las suspicacias. Que Independiente se dejaba ganar. Que River entregaba los puntos. Lo cierto es que ambos equipos no cedieron nada ante los dos candidatos y jugaron todo el partido a con mucha seriedad, aunque con errores.
El Rojo de Avellaneda iba ganando con un gol de penal de Leandro Fernández, pero Guillermo Fernández lo empató rápidamente de cabeza. Con el 1 a 1 transitorio y el partido sin goles en el estadio albiceleste terminaron los primeros tiempos.
Villa, que entró por Ramirez luego del descanso, marcó un golazo de tiro libre tras una falta que le cometieron a él mismo. Seis minutos más tarde, Rojas de penal señaló para Racing. Así, los dos mejores equipos del torneo estaban ganando. Y con ello, Boca era campeón.
Pero faltando diez minutos, todo fue emoción: Borja empató para River; un minuto más tarde, Vallejo igualó para Independiente. Y cuando empezaban los cinco minutos de descuento en ambas canchas, Echavarría marcó penal para Racing.
Ya no estaba Rojas para patear. Si Galván marcaba Racing era campeón en el alargue. Pero Armani, desafiando tantas suspicacias, atajó el tiro y Oroz, a la carrera con el arquero en el piso, pateó sobre el travesaño. A ese impacto, el elenco de Gago le sumó, ya en los últimos segundos, otro gol con talento y fe de Borja. Ganó River. Empató Boca. Ganó el fútbol. Óscar Romero (foto) fue la figura del campeón xeneize. Festeja medio país.
