El gobernador inauguró simbólicamente una obra en Charata, una pequeña localidad de la provincia que no contaba con red de agua potable hace más de 100 años. No realizó un acto. En cambio, se acercó hasta la casa de una de las vecinas y abrió una canilla.
Ese momento y las palabras de otro vecino, hicieron que el mandatario provincial se quebrara. La emotiva situación quedó registrada en un video que se viralizó rápidamente en las redes sociales. También, generó muchas críticas de usuarios que con sarcasmo cuestionaron las lágrimas de Capitanich.