La expresidenta citó al gobernador bonaerense en medio de fuertes tensiones internas para definir la estrategia frente al avance libertario. Aún no hay confirmación oficial del encuentro, pero sí señales claras de negociación y recomposición política.
Un llamado y una cita bastaron para reactivar una de las alianzas más influyentes del peronismo reciente. Cristina Fernández de Kirchner convocó al gobernador bonaerense Axel Kicillof a una reunión clave en la Ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de definir la estrategia electoral en la provincia. La movida ocurre en un contexto de fragmentación interna y avance opositor, donde el diálogo se vuelve tan urgente como incierto.
Reencuentro en suspenso
El encuentro, que fue informado por fuentes cercanas a las negociaciones, estaba previsto para este jueves en la Capital Federal. Aunque desde el entorno de Kicillof desmintieron que ya se haya concretado —difundiendo incluso imágenes del mandatario en La Plata—, todo indica que el contacto está en marcha. Infobae registró desde las 11 de la mañana movimientos inusuales en la custodia de la expresidenta, el arribo del diputado Máximo Kirchner y del abogado Carlos Beraldi, figuras clave del círculo kirchnerista.
A las 13:45, el gobernador bonaerense seguía con agenda pública en la capital provincial. No obstante, todo apunta a que el cara a cara ocurrirá en las próximas horas, lo que marcaría el segundo contacto directo tras el distanciamiento político entre ambos.
Un vínculo en proceso de recomposición
El lunes pasado, Cristina Kirchner sorprendió al anunciar su candidatura a legisladora por la Tercera Sección Electoral. El martes siguiente, se produjo una conversación telefónica entre ella y Kicillof que, según trascendió, fue en tono cordial. Esa charla sirvió como primer paso para destrabar una relación deteriorada desde hace meses, especialmente por la interna del Partido Justicialista y la falta de acuerdo sobre la conducción electoral en Buenos Aires.
En el trasfondo, está el temor compartido de que La Libertad Avanza, en alianza con sectores del PRO, logre avances en territorio bonaerense. Este año se celebrarán elecciones de medio término divididas en dos etapas: en septiembre para cargos provinciales y en octubre para los nacionales. En ese escenario, la unidad peronista se presenta como una necesidad más que como una opción.
Un adversario en ascenso
Desde el oficialismo nacional ya dejaron trascender que buscan confrontar a Cristina Kirchner con un perfil joven del espacio libertario. El nombre que circuló con más fuerza en las últimas horas fue el de Daniel Parisini, conocido en redes como “El Gordo Dan”, aunque su residencia en CABA y su nacimiento en Santiago del Estero dificultan su eventual candidatura en la provincia de Buenos Aires.
Por su parte, el secretario de Culto y referente libertario Nahuel Sotelo provocó: “Cualquiera de los pibes de LLA le compite a Cristina Kirchner. Ella ya gobierna la Tercera Sección y es un desastre”.
El peronismo entre tensiones y necesidad de unidad
Aunque el tono de la charla reciente entre CFK y Kicillof fue amigable, la relación dista de ser la que supieron tener cuando ella era presidenta y él su ministro de Economía. Sin embargo, ambos saben que una estrategia dividida podría abrir las puertas a una derrota en la provincia más importante del país.
Dirigentes del Frente Renovador, además, presionan para que Sergio Massa se sume a la fórmula o al menos juegue un rol activo: “Es con Axel, con Cristina y también con Sergio”, afirman en su entorno.
El tablero bonaerense comienza a moverse con intensidad, y todo parece indicar que Cristina Kirchner ha decidido retomar el control político del conurbano. La pregunta que queda es si logrará alinear a sus antiguos aliados o si las diferencias internas terminarán debilitando la última resistencia electoral del kirchnerismo.