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CUBA: MANIFESTACIÓN MASIVA EN CONTRA DE LA DICTADURA CUBANA

 

A gritos de «libertad», «abajo la dictadura» y «patria y vida» miles de cubanos se lanzaron a las calles este domingo en más de 20 localidades del país, en la mayor protesta ocurrida en Cuba en los últimos 60 años.

Según denuncias y videos difundidos en redes sociales, varias manifestaciones fueron disueltas de forma violenta por la policía.

Lo que empezó como una manifestación en la ciudad de San Antonio de los Baños al suroeste de La Habana, se fue extendiendo como chispa en polvorín a lo largo del país.

Horas más tarde, el presidente Miguel Díaz-Canel convocó a los seguidores del gobierno a salir a las calles a «enfrentarlas».

A través de redes sociales, numerosos cubanos trasmitieron en vivo las marchas en las que se veía a miles de personasgritando consignas contra el gobierno, contra el presidente Díaz-Canel y pidiendo cambios políticos.

Según contó Selvia, una de las manifestantes en San Antonio de los Baños, la protesta inicial fue organizada el sábado a través de las redes sociales para este domingo a las 11:30 AM (hora local).

«Esto es por la libertad del pueblo, ya no aguantamos más. No tenemos miedo. Queremos un cambio, no queremos más dictadura», dijo.

Las manifestaciones tienen lugar en el peor momento de la pandemia en el país, con denuncias de centros de salud colapsados y tras meses de escasez de alimentos, medicinas y prácticamente todos los productos de primera necesidad.

¿Qué ha dicho el gobierno?

El Centro de Prensa Internacional, la única institución del gobierno autorizada a dar declaraciones a medios extranjeros para conocer su posición, pero no tuvo respuesta inmediata.

En la transmisión televisada Díaz-Canel dijo que en su gobierno estaban «dispuestos a todo y estaremos en la calle combatiendo».

«La orden de combate está dada: a la calle los revolucionarios», afirmó.

«Sabemos que en estos momentos hay masa revolucionaria en las calles haciendo frente a esto», dijo el mandatario, quien fue designado para el cargo en 2018 luego de que Raúl Castro anunciara que no continuaría en el poder.

«No vamos a admitir que ningún contrarrevolucionario, ningún mercenario, ningún vendido al gobierno de EE.UU., vendido al imperio, recibiendo dinero de las agencias, dejándose llevar por todas estrategias de subversión ideológica van a crear desestabilización en nuestro país», agregó.

El gobierno cubano generalmente acusa a sus opositores de ser mercenarios o agentes al servicio de Estados Unidos.

«Habrá una respuesta revolucionaria», dijo Díaz-Canel, a la vez que pidió a los «comunistas», enfrentar las protestas con «decisión, firmeza y valentía».

Tras la convocatoria del mandatario se reportaron contra-manifestaciones en algunas provincias.

El llamado a sus seguidores a salir a la calle provocó cuestionamientos entre opositores y en las redes sociales, quienes le señalaron de estar «llamando a una guerra civil».

«Qué irresponsabilidad… esto es el llamado a una guerra civil: ´La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios´, amenaza Miguel Díaz-Canel», escribió en Twitter la reconocida opositora Yoani Sánchez.

Las protestas

Según el sitio de investigación independiente cubano Inventario, se reportaron protestas en más de 20 pueblos y ciudades de toda la isla.

En La Habana, la capital del país, los manifestantes tomaron algunas de las principales avenidas a la vez que se enfrentaban o eran reprimidos por la policía.

Alejandro, uno de los que participó en la protesta en Pinar del Río, contó que decenas de personas se ubicaron frente a uno de los parques de la ciudad y luego marcharon por una calle principal.

«Vimos la protesta en San Antonio y la gente empezó a salir. Este es el día, ya no aguantamos más», dijo el joven vía telefónica.

«No hay comida, no hay medicinas, no hay libertad. No nos dejan vivir. Ya nos cansamos», agregó.

Tres personas que participaron en la protesta en Pinar del Río, La Habana y San Antonio aseguraron que las manifestaciones habrían sido reprimidas por la policía.

«Mandaron a las tropas especiales, estaban dando palo duro en Galeano (una céntrica calle de La Habana)», contó Carlos Alberto, otro manifestante desde La Habana que asegura se retiró luego que se reprimiera la manifestación.

También hay reportes de que ha habido cortes intermitentes de internet en diversos lugares del país.

«Nos están quitando la conexión. No podemos ni hacer llamadas nacionales», dijo Selvia.

Cubanos residentes en otros países salieron también a las calles en apoyo a sus compatriotas y re reportaron manifestaciones en Miami, Nueva York, Madrid y ciudades de México.

Contexto

Las protestas de este domingo en la isla parecen ser el resultado de un hartazgo acumulado de la población contra un gobierno que ha durado más de 62 años.

La frustración y el cansancio se ha acrecentado en los últimos meses tras una las mayores crisis económicas y de salud que ha vivido la isla desde el llamado «periodo especial» (la crisis a inicios de los 90 tras el desplome de la Unión Soviética).

El detonante de la actual situación parece ser de hecho una mezcla de la gravedad de la situación con el coronavirus y medidas económicas tomadas por el gobierno que han hecho cada vez más difícil la vida en Cuba.

Las protestas tienen lugar luego de que los cubanos usaran las redes sociales para denunciar el colapso del sistema sanitario para pedir ayuda internacional y una «intervención humanitaria» ante la crítica situación con el covid-19.

BBC Mundo conversó en días anteriores con varios cubanos que aseguran que sus familiares murieron en sus casas sin recibir cuidados médicos o en los hospitales por carencias de medicamentos.

Con el turismo prácticamente paralizado, el coronavirus ha tenido un profundo impacto en la vida económica y social de la isla, a lo que se ha unido la emergencia de una creciente inflación, apagones, escasez de comida, medicinas y productos básicos.

El gobierno cubano atribuye la situación al embargo de EE.UU. y ha cuestionado el movimiento en torno a #SOSCuba y #SOSMatanzas como una «campaña mediática» para «sacar provecho» en una situación de crisis de salud.

Las protestas en Cuba son muy inusuales y, cuando ocurren, son de pequeños grupos y terminan siendo reprimidas.

Antes de la de este domingo, la mayor manifestación que ocurrió en Cuba desde 1959 tuvo lugar en 1994 frente al Malecón de La Habana, pero se limitó a la capital y solo participaron algunos cientos de personas.

La presencia de Fidel Castro y la represión de un «grupo de respuesta rápida» integrado por policías, agentes y brigadas de un contingente de constructores la deshizo.

Pero en aquel entonces, muchos cubanos en otras provincias ni siquiera supieron qué había pasado en la capital.

Casi 30 años después, el escenario es muy diferente: ya no existe un liderazgo carismático o «histórico», como el de Fidel Castro y hay algo que no existía en ese momento: las redes sociales.

Pese a que durante el gobierno de Castro el acceso a internet en la isla estuvo restringido, su hermano Raúl dio pasos de apertura que conllevaron a una mayor conectividad.

Desde entonces, los cubanos han utilizado las redes para denunciar su incomodidad con el sistema al punto que han llevado en muchas ocasiones a las autoridades a responder en sus medios oficiales sobre lo que está comentado el pueblo en Facebook.

Al día de hoy gran parte de la población, principalmente los jóvenes, tienen acceso a Facebook, Twitter a Instagram, que constituyen también sus principales canales de información ante el discurso oficial de los medios estatales.

El acceso a internet también ha llevado a la aparición de numerosos medios independientes que reportan sobre temas que no solían aparecer generalmente en los medios oficiales.

Las redes se han vuelto igualmente el canal para que artistas, periodistas e intelectuales reclamen sus derechos o convoquen protestas.

En noviembre pasado tuvo lugar también una manifestación que se organizó a través de Facebook luego de que el gobierno irrumpiera en la vivienda de unos jóvenes artistas que realizaran una huelga de hambre.

En aquel entonces, nada cambió en la isla, pero la movida dejó en claro el nivel de insatisfacción de los cubanos con su liderazgo político. Desde entonces, gritar consignas y vulgaridades contra el presidente se ha vuelto una constante en las redes.

Por lo pronto, la isla se enfrenta a un escenario de protestas y represión como no se veía en los últimos 60 años. Las consecuencias de estos escenarios son impredecibles.

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