Unas 200 personas, elegidas por sorteo, iniciarán discusiones en Francia sobre la posibilidad de autorizar la eutanasia o el suicidio asistido. El proceso consultivo debe durar hasta marzo, pero el gobierno no estará obligado a adoptar sus conclusiones.
En pocos países, la eutanasia es legal: Colombia, España, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo son excepciones. En Uruguay, los diputados aprobaron legalizarla en octubre, pero se aguarda la decisión del Senado.
«¿El marco de acompañamiento en el final de la vida es adaptado a las diferentes situaciones que se presentan o se deben introducir cambios?» es la duda que, para marzo, debe dilucidar una «convención ciudadana» en Francia.
«Su papel no es el de legislar, sino explorar todas las opciones y hacer propuestas», dijo la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, ante la convención y prometió que tendrá en cuenta sus reflexiones en futuras iniciativas. No se conocen las intenciones del presidente Macron.
Según un sondeo en octubre de IFOP, para la Asociación por el Derecho a Morir con Dignidad, un 78 % de los franceses están a favor de cambiar la ley con la legalización de la eutanasia o del suicidio médicamente asistido.
