La victoria de Racing en cancha de Lanús lo puso en lo más alto del torneo. Pero el segundo en la tabla, Boca, debe un partido que se jugará el jueves. Luego, ambos enfrentan a rivales históricos: River e Independiente.

El equipo que dirige Gago ganó en campo granate y superó por dos puntos a Boca, el anterior líder. Sin embargo, el elenco de La Ribera tiene a su favor que debe casi un partido completo contra Gimnasia en La Plata, aquel suspendido por una batalla en los alrededores del estadio.

Si Boca gana los partidos que le restan será inevitablemente el campeón. Si resigna dos o tres unidades en la capital de la provincia de Buenos Aires estará a merced de la Academia. La última fecha, entonces, se viste de gala y de suspicacias.

Boca jugará contra el histórico opositor de Racing, Independiente, en La Bombonera. En tanto, el equipo celeste y blanco enfrentará al eterno rival de Boca, River, en Avellaneda. Los hinchas dividen sus opiniones. Hay quienes dicen que es mejor entregar los puntos y evitar que su archienemigo deportivo salga campeón. Otros creen que el orgullo es parte de la historia del club y no hay que jugar a menos.

El Fair Play deportivo apoya a los últimos. Incluso que un equipo cediera el resultado está penado por la Asociación del Fútbol Argentino. Sin embargo, recordamos casos, incluso a nivel internacional, donde esto no sucedió. Quizá porque tampoco sea fácil demostrarlo.

A la hora de ligar a River y Boca la mente vuela a aquel 1991 en que Boca empató como local sin goles ante Oriente Petrolero, por la Copa Libertadores, y clasificaron ambos, mientras dejaban afuera a River. “Una vergüënza” puso El Gráfico. “Una parodia de fútbol” dijo La Nación. “Un segundo tiempo oprobioso” indicó Clarín.

Al pensar en Racing e Independiente, ningún hincha dejará en el olvido aquel partido de la temporada 2012/2013 en que la Academia perdió con Quilmes, equipo que disputaba el descenso con Independiente. Tan sospechoso fue el juego que se inició un juicio que, como suele pasar con AFA, no prosperó, pero un dirigente de Racing, Adrián Fernández confesó que Racing había puesto mucha plata para incentivar a los rivales del Rojo, algo que no sería exactamente lo mismo que pasó en Quilmes pero que también es condenado por la casa máxima del fútbol.