En la supuesta búsqueda de soluciones al conflicto entre mapuches y los habitantes de Villa Mascardi, el organismo nacional competente solo dialogó con una de las partes, los agresores.

La mesa de diálogo está puesta, pero entre los comensales solo se recibió a representantes de comunidades mapuches de la Patagonia. Por el tema de las las usurpaciones en Villa Mascardi, el encuentro fue presidido por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla. Veedores de organizaciones sociales y de derechos humanos, y referentes mapuches de ocho comunidades de Río Negro, Chubut y Neuquén se sentaron a dialogar, pero los vecinos de Villa Mascardi no fueron invitados.

No faltó, por ejemplo, María Nahuel, madre de dos integrantes de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, que huyen de la Justicia desde el desalojo de octubre pasado.

Los pedidos mapuches se centraron en el relevamiento de las comunidades y el cierre del comando unificado de fuerzas, formado por el Ministerio de Seguridad de la Nación para garantizar la seguridad en el paraje rionegrino, mientras se ejecutaba la orden de desalojo que ordenó la jueza federal subrogante Silvina Domínguez.

¿Qué hicieron los vecinos afectados por los atentados, tan graves como cualquier otro? Se quedaron en la puerta de la ex Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), donde se realizó el encuentro. La misma institución que para los kirchneristas es emblema de terror e inseguridad.

El presidente de la Junta Vecinal del paraje, Diego Frutos, dijo que la reunión era absurda y que el Gobierno de Alberto Fernández solo convocó a “los violentos, los responsables de las usurpaciones y no los damnificados”.

Pietragalla se comprometió a recibir, pasada la reunión, a los damnificados y sus asesores se arrimaron a la puerta de la ESMA para informar de esta decisión, aunque finalmente ese encuentro no se concretó. En su tuiter, el funcionario que los recibiría la semana próxima y que en 15 días la mesa continuaría trabajando, en Bariloche.

El diputado nacional por Río Negro, Agustín Domingo, en tanto, calificó al desarrollo de la mesa de diálogo: “no es más que una demostración de la pasión que tienen por el reunionismo, un fenómeno agotado que lo que lejos está es de generar una solución para el conflicto de Villa Mascardi”.