El martes a las 16, el equipo de Scaloni enfrenta a Croacia por semifinales. ¿Cómo juega el elenco europeo?
Partamos de la obvia premisa: cualquier puede ganar. Este mundial lo dejó muy claro. Sin embargo, no es menos verdadero que Croacia no es un conjunto tan temible. Las estadísticas lo muestran bien: de cinco partidos jugados empató cuatro; y, si bien está invicto, le ganó el restante a un equipo que perdió todo, Canadá.
El partido frente a Brasil fue decididamente el premio a un equipo cerrado, cuyo objetivo fue no dejar jugar a los habilidosos sudamericanos. No lo perdió solo por fortuna, ya que el tiro de Petkovic, faltando apenas un par de minutos para terminar el alargue, se desvió en Marquinhos para desairar al arquero verde y amarillo.
El esquema croata dio sus frutos y, en los penales, apareció la gran figura de este equipo, mucho más importante que el buen juego de Modric o de Perisic: el extraordinario arquero Livakovic, el principal problema que no pudieron resolver ni Japón ni Brasil, y que se quedó con las dos series de penales en sus manos.
Por más “Dibu” que Argentina tenga, decididamente no le conviene llegar a esa última instancia: de los nueve penales que le patearon al arquero croata, atajó cinco, mientras que su equipo desperdició solo uno de ocho. Hay que ganar en los 90 o los 120.
A Argentina les sobran armas para vencer. Contra Brasil, Croacia pateó una sola vez al arco contra once del rival que, en intentos, lo superó ¡21 a 9! En ese aspecto está el blanco al que debe apuntar la Scaloneta: convertir goles y no desperdiciar tantas chances, como le sucedió contra todos los rivales. Recuerden los últimos cinco minutos del partido ante Países Bajos.
Curiosamente, muchos creen que el fuerte croata es el cabezazo, pero no: la mayor parte de los solo seis goles que consiguió los hizo con remates desde el área grande. Eso es importante para la defensa argentina: no tratan de llegar hasta las barbas del arquero y patean no bien se les dé un hueco.
El martes la palabra final la tendrán los jugadores, pero no es Croacia el equipo más difícil de este raro Mundial. Segundo en su zona estuvo a un gol de quedar afuera ante Bélgica, que no ganó ninguno de los tres partidos. Se puede.
