El presidente de Brasil criticó la venia oficial al lenguaje inclusivo en Argentina y cuestionó que este tipo de prácticas ayude a los argentinos. De paso, les dio palos al STF y Lula.
“Lamento la oficialización del uso del ‘lenguaje neutral’ por parte de Argentina. ¿Cómo ayuda eso a su gente? El único cambio que se produce es que ahora hay escasez, pobreza y desempleo. Que Dios proteja a nuestros hermanos argentinos y los ayude a salir de esta difícil situación”, dijo Jair Bolsonaro, presidente del gigante sudamericano.
Aspirante a la reelección en octubre, agregó: “En Brasil, la izquierda también parece obsesionada con destruir nuestros símbolos patrios. De hecho, esta es solo otra forma de dividir el país, sin respetar su cultura y tradiciones. El respeto se gana con carácter, con trabajo, con valores, no con esas tonterías”.
Bolsonaro lanzó su candidatura a la reelección, en un acto en Rio de Janeiro marcado por violentos ataques a la máxima corte de Justicia, críticas a su principal adversario, Lula, y un tono belicoso que pareció ignorar los consejos de su equipo de campaña. La oficialización de Bolsonaro como candidato a las elecciones del 2 de octubre tuvo lugar en la convención del Partido Liberal (PL). Según los organizadores, 12 mil personas siguieron el discurso, aunque había huecos entre el público.
“Convoco a todos ustedes para que el 7 de septiembre vayamos a las calles por última vez”, señaló en otro ataque al Supremo Tribunal Federal (STF), a los que tildó de “esos pocos sordos de capa negra que tienen que entender qué es la voz del pueblo”.
Por su parte, Lula afirmó que los militares de Brasil son “más responsables” que el presidente Jair Bolsonaro, y no permitirían un golpe de Estado si este pierde las elecciones. Asimismo, lanzó un contundente mensaje al jefe de Estado, quien en los últimos tiempos ha criticado el sistema electoral del país.
“Quiero cumplir el mejor mandato que he hecho en mi vida. Y quiero trabajar en cuatro años por 40″, manifestó el expresidente brasileño, en alusión a los más de 80 años que tendrá en 2026, una vez que termine su mandato, si gana las elecciones de octubre.