En el entorno laboral, las personas con discapacidades invisibles enfrentan desafíos significativos, especialmente cuando se trata de compartir información sobre su salud. Aunque existen leyes que protegen a los trabajadores con discapacidades, como la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por sus siglas en inglés), la decisión de revelar una patología crónica sigue siendo un riesgo para muchos empleados.

Los desafíos de revelar una condición médica

Christopher French, por ejemplo, sufrió las consecuencias de no haber revelado su diagnóstico de colitis ulcerosa a su empleador. Aunque finalmente cambió de profesión y comenzó a hablar de su enfermedad, reconoció que no todos tienen la misma opción sin temor a que su carrera se vea afectada. Según una encuesta de 2023, casi la mitad de los trabajadores con discapacidades invisibles optan por no compartir esa información por miedo a sufrir discriminación o trato desfavorable.

La ley garantiza que los empleadores proporcionen adaptaciones razonables para los trabajadores con discapacidades, pero estas protecciones no siempre son suficientes para eliminar la discriminación o el miedo a ser tratado de manera diferente.

Adaptaciones razonables y los riesgos

Las adaptaciones razonables en el lugar de trabajo pueden ser desde modificaciones en el entorno laboral hasta cambios en las tareas cotidianas. Sin embargo, incluso con la ley a su favor, muchos empleados temen que la revelación de una condición médica pueda generar prejuicios. La directora emérita del programa de Derechos de las Personas con Discapacidad de la Unión Americana de Libertades Civiles, Susan Mizner, explicó que aunque la ADA protege legalmente, no cambia las actitudes ni los niveles de comodidad de las personas en el trabajo.

Además, los trabajadores con discapacidades invisibles suelen enfrentar tasas de desempleo más altas y salarios más bajos en comparación con sus compañeros sin discapacidad, a pesar de la existencia de leyes antidiscriminación.

Cómo abordar el tema con el empleador

Cuando se trata de revelar una condición médica, los expertos aconsejan tomar decisiones cuidadosas:

1. Decide quién debe saberlo: Se recomienda compartir esta información primero con recursos humanos, lo que te permite hacerlo sin que el supervisor se entere inmediatamente. Si no hay un departamento de recursos humanos, un supervisor también puede ser informado.

2. Comparte solo lo necesario: Aunque tu empleador puede pedir documentación médica, tienes derecho a mantener la privacidad de otros detalles de tu condición, siempre que lo esencial esté claro para solicitar las adaptaciones necesarias.

3. Ten un plan para posibles objeciones: Si tu empleador rechaza una solicitud de adaptación por considerarla una «carga excesiva», puedes proponer alternativas o incluso pedir asesoramiento legal.

Ejemplos de personas que se abren

Algunos empleados, como Kailey Townsend, se sienten cómodos revelando su diagnóstico tras un proceso de reflexión. Townsend, quien sufre de endometriosis, optó por hablar de su condición después de varios meses. Aunque no todos tienen la misma suerte en la recepción de su revelación, muchas personas coinciden en que «se necesita tiempo para fomentar la apertura» en los lugares de trabajo.

Al final, la clave para lograr un entorno laboral inclusivo no solo está en las leyes, sino también en las actitudes y la empatía de los empleadores y compañeros de trabajo.