Luiz Paulo Dominguetti Pereira negociaba la venta de 400 millones de vacunas de AstraZeneca. Le dijo al diario Folha do Sao Paulo que el jefe de logística del Ministerio de Salud le solicitó un pago ilegal para asegurar la transacción.
La prensa brasileña reveló este martes nuevas alegaciones de corrupción en la negociación y compra de vacunas contra el COVID-19, aumentando la presión sobre el gobierno de Jair Bolsonaro y su gestión de la pandemia.
Según el periódico Folha do Sao Paulo, el jefe de Logística del Ministerio de Salud, Roberto Ferreira Dias, pidió un soborno de 1 dólar por dosis a un representante de la empresa Davati Medical Supply, que supuestamente negociaba la venta de 400 millones de vacunas de AstraZeneca al gobierno.
El supuesto representante, Luiz Paulo Dominguetti Pereira, aseguró que el arreglo, propuesto en febrero, fue rechazado por su empresa.
Poco después de la publicación de esos alegatos, el Ministerio de Salud informó en un comunicado citado por los medios que el jefe de Logística supuestamente implicado en la tentativa de soborno será removido el miércoles de su cargo.
El laboratorio anglo-sueco AstraZeneca negó por su lado, en un comunicado citado por el portal G1, usar intermediarios para tratar con gobiernos.
La empresa Davati, con sede en Estados Unidos, informó que fue contactada por un representante en Brasil para ayudar en la compra de vacunas y envió una propuesta a Brasilia para asegurar la adquisición, pero que no hubo una respuesta formal.
Según Dominguetti Pereira, presunto representante, el funcionario brasileño le hizo el pedido de pagos ilegales durante una cena en Brasilia en febrero. “Para trabajar en el Ministerio, hay que componer con el grupo”, habría dicho Ferreira Dias.
El caso revelado por Folha se suma a otras denuncias de irregularidades investigadas por una comisión parlamentaria (CPI) instalada por el Senado para investigar el fracaso de la respuesta oficial a la pandemia, que ya dejó más de medio millón de muertos en Brasil.
Es una “denuncia fuerte. Vamos a convocar al señor Luiz Paulo Dominguetti Pereira para declarar ante la comisión el próximo viernes”, tuiteó el senador Omar Aziz, presidente de la CPI.
Otro funcionario del Ministerio de Salud afirmó la semana pasada que en marzo detectó posibles irregularidades en el contrato para adquirir la vacuna india Covaxin, del laboratorio Bharat Biotech, a precios muy elevados, y que trasladó la preocupación al propio Bolsonaro.
Agregó que Bolsonaro le aseguró que comunicaría esas sospechas a la Policía Federal, algo que aparentemente nunca hizo.
Esa aparente omisión llevó el lunes a tres senadores a presentar una demanda ante la corte suprema para que Bolsonaro sea investigado por un posible delito de “prevaricación”.
El Ministerio de Salud anunció este martes que por ahora no detectó irregularidades en el contrato de las vacunas indias, por las cuales hasta el momento no se efectuaron entregas ni pagos. Pero que de todos modos decidió suspenderlo, mientras investiga las sospechas.
Tres senadores brasileños presentaron este lunes una demanda ante la corte suprema para que se investigue si el presidente Jair Bolsonaro cometió el delito de “prevaricación” al no denunciar sospechas de corrupción en la compra de la vacuna anticovid Covaxin.
Bolsonaro, en fuerte caída de popularidad, es blanco de una avalancha de críticas y pedidos de destitución por haber minimizado la importancia de la pandemia.