En un momento en que el mundo sale de la pandemia y su cuarentena, una absurda guerra entre Rusia y Ucrania da grandes oportunidades de crecimiento para un país generador de productos de consumo primario, mucho más para la Argentina, tan necesitada de solucionar sus problemas económicos con fortísimo impacto en lo social.
El campo podría ser el trampolín de la economía nacional, pero otra vez es víctima de adversidades que complican su actividad. Por ejemplo, de acuerdo con una encuesta de Amplificagro a 916 productores, el 60 % de los encuestados consideraron que el estado de los caminos en su municipio es malo o muy malo. Un 10 % manifestó que el problema lo genera la falta de recursos, pero el 88 % le imputó el grave problema a la mala gestión gubernamental, dejando en claro las responsabilidades de municipios y provincias en este aspecto.
Sin caminos adecuados, el traslado de los habitantes y trabajadores del campo se dificulta, del mismo modo que el envío de material de trabajo y, ni qué decir, de la extracción de la producción agropecuaria.
Pero, los caminos del campo se nutren de vehículos que se mueven con gasoil. Y la falta de este combustible es otro de los grandes problemas actuales en ocho provincias del país, en especial en el norte. El Gobierno e YPF, de mayoría estatal, sostienen que el problema se origina en la mayor demanda y la estacionalidad de la cosecha de soja y maíz. Como si ambas situaciones fueran imposibles de prever.
Martín Borbea Antelo, referente del transporte de cargas, publicó en su blog una nota editorial donde sostiene que el faltante se atribuye a la cosecha gruesa, a la menor producción hidroeléctrica y la consecuente necesidad de que sea compensada con mayor provisión termoeléctrica, que consumen gas y gasoil. Entre 20 % y 30 % del gasoil que se consume en el país se importa, y la escasez de divisas, sumado al aumento de los precios internacionales, agrava el problema.
La crisis no se ciñe a este sector de país sino a toda una nación que muestra una tremenda falta de competitividad. La falta de gasoil afecta la siembra y cosecha, dañando a productores, contratistas rurales y transportistas, con el impacto en la provisión de alimentos y, en consecuencia, en la inflación. Cruzando las fronteras, se retrasa la liquidación de soja, trigo y maíz, y, por tanto, no ingresan dólares al país y el Banco Central pierde reservas.
“No estar atentos a la falta de gasoil es tirarse un tiro en el pie. El Gobierno se lastima solo y lo que provoca es un problema importante para la mayoría de los argentinos, porque por la situación del gasoil hay mercadería que no llega destino a tiempo, termina impactando en el índice de precios”, señaló, para Infobae, el analista económico Salvador Di Stéfano.
En las últimas horas, la Sociedad Rural Argentina solicitó una audiencia con el presidente de la empresa YPF, Pablo González, mientras que desde Confederaciones Rurales Argentinas les pidieron a los funcionarios del Gobierno que “informen con veracidad y establezcan, fechas, plazos, motivos y cuándo estará solucionado el faltante; todo lo demás es sarasa”. Así de poco literario, pero así de claro y contundente ante la evasión de respuestas.
Los dirigentes de Coninagro le solicitaron al ministro de Agricultura, Julián Domínguez, una solución urgente. En la inmediata inauguración de la muestra Agroactiva, el funcionario reconoció los problemas de logística que complican el abastecimiento, pero se comprometió ante los productores a que no faltará gasoil.
Elbio Laucirica, Vicepresidente de Coninagro, comentó a Infobae que “todo afecta a la producción, el transporte, y la gente lo va a empezar a sentir en la provisión de alimentos. Una simple Resolución de la Secretaría de Energía elevando el corte del biodiésel, posibilita cubrir el faltante de gasoil, en un sector que hoy tiene un 40 % de capacidad ociosa, y que además, posibilita el uso de energías limpias en lugar de usar combustibles fósiles en beneficio de las petroleras”.
De hecho, la Cámara Argentina de Biocombustibles y la Cámara de la Industria Aceitera plantearon que hay una “solución posible de corto plazo”, ya que nuestro país dispone de materia prima y capacidad de producción de biodiésel para sustituir más de 1.000.000 de toneladas de importaciones de gasoil con un producto 100 % de fabricación nacional.
Además reclamaron que, por resolución y más allá del corte obligatorio vigente del 5 % para pymes, las empresas mezcladoras puedan usar biodiésel hasta un máximo del 15 % a través de un mercado de libre oferta y demanda. “Con una simple resolución de la Secretaría de Energía, el país resolvería sus problemas de abastecimiento, a precio competitivo y a la mejor calidad.”
Los transportistas son otros de los perjudicados por la inacción estatal. Roberto Rivero, director Ejecutivo de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas, explicó a Infobae que “hay retrasos en las entregas, pero no hay falta de entregas. La mercadería que tiene que hacer recorridos cortos se sigue entregando en tiempo y forma, y la mercadería que hace recorridos largos depende de la longitud, se tardará entre 24 y hasta 48 horas más que habitualmente. Los rubros más afectados son aquellos que hoy tienen mayor demanda: granos, limón, caña de azúcar, entre otros”.
Precisamente en Tucumán, centro cañero del país, se suspendió una medida de fuerza esperando las negociaciones de los funcionarios ante el Gobierno, pero no se descarta que la protesta comience en los próximos días, frente a una situación que se ha complicado en las últimas horas.