La elección nacional del 27 de octubre dejó claros ganadores y perdedores en el panorama político argentino, con una victoria contundente de Javier Milei que consolidó su liderazgo, aunque también dejó reconfiguraciones en otros sectores del espectro político. Los analistas políticos Federico Aurelio, Facundo Nejamkis, Lucas Romero y Fernanda Veggetti ofrecieron su análisis sobre los resultados y sus implicancias.
Ganadores: Milei, Karina Milei y el Violeta Puro
Sin duda, Javier Milei fue el gran ganador de la jornada. Su estrategia de candidatura propia y su apuesta por un violeta puro (el sello que representa su espacio político) resultó exitosa, incluso cuando los candidatos en algunos lugares eran desconocidos o fuera de la política tradicional. La polarización entre Milei y el kirchnerismo fue un factor clave que permitió a los libertarios capitalizar el descontento popular con las estructuras tradicionales.
Karina Milei, hermana del presidente y figura clave en la estrategia electoral, también se destacó. Su habilidad para articular un armado político sólido y su capacidad para colocar a figuras fuera del radar político, pero con propuestas disruptivas, fueron elementos que jugaron a favor del espacio libertario.
Otros ganadores incluyen:
-
Diego Santilli: A pesar de las dificultades iniciales, logró revertir una campaña floja y posicionarse como candidato fuerte a gobernador, con buenas perspectivas a nivel nacional.
-
Patricia Bullrich: Pese a la campaña aislada del PRO, logró superar el 50% y se consolidó como una figura clave.
-
Santiago Caputo, Ministro de Economía, y Rogelio Frigerio, Gobernador de Entre Ríos, fueron reconocidos por sus contribuciones clave al gobierno, que también lograron generar estabilidad económica.
En cuanto a herramientas electorales, la Boleta Única de Papel (BUP) se destacó como un éxito, ayudando a reducir la influencia de las estructuras tradicionales y permitiendo una mayor equidad en las elecciones provinciales, especialmente en aquellas donde los oficialismos perdieron.
Perdedores: El Peronismo y las Terceras Fuerzas
El peronismo fue uno de los grandes perdedores de la jornada, especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde Axel Kicillof y la maquinaria del kirchnerismo sufrieron una derrota inesperada. Solo un mes y medio antes, el PJ había ganado con casi 14 puntos de ventaja, pero ahora enfrentó una sorprendente reversión que avivó la interna peronista.
En general, el peronismo nacional sufrió una decepción, aunque se defendió diciendo que sus candidatos mantuvieron buenos resultados en otras provincias, como CABA y algunas provincias del interior. Sin embargo, el retroceso en Buenos Aires es un golpe fuerte a la unidad del kirchnerismo, que había comenzado a mostrar fisuras tras la derrota de las PASO.
Además, las terceras fuerzas como el bloque Provincias Unidas y gobernadores como Martín Llaryora (Córdoba) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe) no lograron destacarse. Estos bloques, que intentaron construir una alternativa fuera de la polarización entre Milei y el kirchnerismo, terminaron desdibujados y sin una clara capacidad para negociar con los polos dominantes del escenario político.
Otros nombres entre los perdedores:
-
Florencio Randazzo, quien quedó detrás de figuras mediáticas como Fernando Burlando en la provincia de Buenos Aires.
-
Luis Petri y Rogelio Frigerio, quienes también vieron sus apuestas debilitadas.
El Declive de las Terceras Vías: La Polarización como Factor
El análisis también apunta a un declive inevitable de las terceras fuerzas. La polarización ha ganado terreno, y aquellos que no se alinean con los dos grandes bloques (libertarios y kirchneristas) han quedado en una posición desventajosa. En este sentido, figuras como Martín Lousteau y Facundo Manes (UCR), o Randazzo y Nacho Torres (Provincias Unidas) se encontraron centrifugados por la dinámica de la polarización, y no pudieron contener el avance de las fuerzas mayoritarias.
El peronismo a nivel nacional sigue siendo relevante, pero enfrenta el desafío de renovar su propuesta. El golpe recibido por el kirchnerismo, con Kicillof al frente, ha puesto en evidencia las divisiones internas y la falta de alternativas claras hacia el futuro.
Reflexión Final: ¿Qué Sigue?
Los analistas coinciden en que el triunfo de Milei fue un respaldo claro a su estrategia de confrontación directa con el kirchnerismo y la falta de acuerdos con otros actores políticos. Este panorama reconfigura las alianzas políticas y deja al peronismo y a las terceras fuerzas en una situación de fragilidad.
Con los cambios en el panorama electoral y político, las negociaciones entre Milei y los gobernadores, tanto peronistas como no peronistas, tendrán un impacto crucial en las futuras definiciones políticas. La polarización no parece tener freno, y la posibilidad de acuerdos más amplios parece aún lejana.
En resumen, la jornada electoral consolidó a Milei y su entorno como los principales actores en la política argentina, mientras que el peronismo se enfrenta a una nueva reconfiguración interna y las terceras fuerzas siguen sin encontrar un camino claro.






