Junto con el sector turístico son los más afectados. Con las nuevas restricciones temen desaparecer. Reclaman más medidas de acompañamiento.
Mientras se anunciaron créditos para que gastronómicos compren calefactores, el Gobierno evalúa un cierre total en el AMBA durante los fines de semana, momento en el cual más afluencia reciben los cafés y restaurantes. La paradoja de poder conseguir dinero para mejoras sin supuestamente poder operar más que con delivery crispó los ánimos del sector. Entre comerciantes y empresarios sobrevolaban el enojo y la confusión a horas de que se conozcan las nuevas medidas para restringir la circulación.
Algo similar sucedía entre los comerciantes: el golpe del posible cierre de fin de semana podría ser letal, decían los empresarios pyme. Aun con la apertura gradual, los locales todavía venden un 27% menos que antes de la pandemia, según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Cerrar un sábado implica perder un tercio de las ventas de la semana.
“Si el cierre es necesario para evitar más contagios, habrá que hacerlo, pero será un golpe muy fuerte para toda la actividad”, señaló Pedro Cascales, vocero de CAME. Aseguró que hará falta un “acompañamiento adicional” para sectores como el gastronómico, uno de los más golpeados. Lo mismo sucedería con rubros como la ropa, las librerías y los juguetes: “El sábado es el día de más movimiento porque la gente no trabaja y tiene tiempo para comprar”, añadió.
En privado, los empresarios hablaban de un Gobierno que “hace pruebas” y no veían un horizonte claro de previsibilidad. Y, si bien 2020 fue una lección de resiliencia en ese sentido, un año más sería difícil de soportar económicamente.
La gastronomía asegura que, con el delivery, factura solo un 15% de lo que facturaría normalmente. Y se queja, obviamente, de la posibilidad perder sus días más fuertes. Durante la semana, en la Ciudad podrían seguir operando al aire libre.
Las ayudas para el sector privado, por el momento, están concentradas en el programa Repro II, que asigna sumas fijas por empleados que van desde los $9000 hasta los $18.000. Para los salarios de abril, se amplió la cifra que pagaron a sectores críticos, como la gastronomía y el turismo, pero todavía no se sabe si esta política se mantendrá. La inscripción para la nueva ronda abre el lunes que viene.
El Repro no es para todas las empresas: los gastronómicos sostienen que solo el 20% de los restaurantes puede acceder. En la última ronda, se anotaron 23.000 firmas y quedaron 13.600; es decir, casi 10.000 quedaron afuera. Esas empresas podrán acceder a otros beneficios, como la posibilidad de postergar el pago de sus créditos vigentes. La Ciudad, por su parte, eximirá a los gastronómicos del pago de Ingresos Brutos durante los meses de mayo, junio y julio. Pero nada de eso alcanza, dicen los empresarios.
El turismo, mientras tanto, operaba por estas horas en un estado de confusión. Se “canceló” el feriado puente del lunes, pero muchos viajeros que iban a tomarse los cuatro días mantienen sus reservas en aviones y hoteles.
“Todavía no hay anuncios oficiales, si bien, como siempre, seguimos de cerca las medidas y regulaciones que están aplicando los gobiernos para adecuarnos de manera oportuna y brindar a los viajeros toda la información pertinente”, dijo a este medio Paula Cristi, gerente general de Despegar para Argentina y Uruguay. Añadió, en caso de que se requiera cancelar: “Dada la coyuntura que atravesamos con el impacto de la pandemia, nuestros proveedores están contemplando en la mayoría de los casos políticas de flexibilidad, que incluyen boletos abiertos en el caso de los vuelos, y reprogramaciones o vouchers por el valor de la reserva para otros productos no aéreos. La mayoría de las opciones flexibles contemplan la posibilidad de reprogramar sin penalidad, de temporada baja a alta, solamente agregando la diferencia tarifaria”.
“Si las tarifas eran flexibles probablemente y según las condiciones particulares de cada ticket no haya inconveniente con el cambio de fecha. Es importante tener en cuenta que las condiciones de flexibilidad varían según producto y proveedor”, sumó Magali Álvarez Howlin, gerente de Marketing de Volala.
Por el momento, los vuelos siguen vigentes. Desde Aerolíneas Argentinas señalaron que hay unas 30.000 reservas para este fin de semana y que haría falta más tiempo para poder cancelar o mover los vuelos que están programados para este fin de semana: no es algo que se pueda hacer de un día para el otro, teniendo en cuenta que el actual decreto vence el viernes.
Los gimnasios continuarían trabajando los días de semana y, contrariamente de lo que sucede con la gastronomía y los comercios, esos son los días más fuertes. Los cines y shoppings permanecerían cerrados y ya desestimaron los reclamos por reabrir: simplemente piden más ayuda estatal para pasar este período.
“Entendemos la situación y estamos intentando conseguir ayuda más fuerte de lo que tenemos. Con el tiempo, subieron los gastos, pero se achicó la ayuda que nos dan”, explica Martín Álvarez Morales, presidente de la Cámara Argentina de Exhibidores Multipantalla (CAEM). Añade que, en su sector, hay mucha incertidumbre respecto de hasta cuándo va a durar este cierre. Recuerda un testimonio de un dueño de un establecimiento que bajó sus persianas definitivamente: al momento de hacerlo, se lamentaba por no haber sabido con anterioridad cuánto tiempo iba a estar sin facturar, porque de otro modo no hubiese gastado todo el dinero que utilizó para mantener a flote una operación sin clientes a la espera de una reapertura que llegó, pero no a tiempo.