El récord se dio en 2021, pero pareció relacionarse con la pospandemia y la vida más “natural” en un país con muchos menos habitantes. La proyección de 2022 indica que había y hay razones más allá de la cuarentena.
En 2021, 12.489 argentinos pidieron radicarse en Uruguay. Si bien este año menguó en los primeros siete meses, de acuerdo con datos y proyecciones de la cancillería uruguaya, citados en el diario El Observador del vecino país, a fin de año se proyectan 7.500 solicitudes, muy por encima de la cantidad registrada en cualquier año anterior al coronavirus.
Según datos oficiales, citados por el diario,e el número de radicaciones había ido descendiendo gradualmente a partir de 2015, cuando alcanzó las 4.237 solicitudes, hasta 2018, cuando se registraron 1.482. Al año siguiente, 2019, hubo un leve ascenso: 2.043 pedidos, pero todo estalló en los primeros dos años de la pandemia: 6.816 en 2020 y los 12.489 en 2021. La cancillería uruguaya calcula que a las 4.892 solicitudes ya presentadas por argentinos se sumarán casi cuatro mil entre agosto y diciembre, lo que sumará unas 8.400 solicitudes, mucho más que cualquier año previo a 2020.
Los argentinos se radican, principalmente, en Montevideo, en los barrios privados de Canelones o en Punta del Este y cercanías. El gobierno uruguayo lo considera una buena oportunidad, el punto que, para el turismo, no exigirá más certificado de vacunación contra Covid para ingresar al país y entre el primer día de septiembre pasado y el 30 de abril de 2003 los argentinos que viajen a Uruguay serán eximidos de pagar el IVA en servicios como comidas, alquiler de vehículos y catering para fiestas. Además, se les devolverá el 10,5 % de lo gastado en alquileres de inmuebles con fines turísticos y habrá un descuento del 30 % en combustibles para vehículos de patente extranjera. La medida apunta también a balancear el éxodo de turistas uruguayos hacia la Argentina, debido que les resulta más barato.
Lamentablemente para la Argentina es también una fuga de cerebros y productores, ya que los perfiles de los migrantes corresponden a empresarios y población económicamente activa. Eligen Uruguay por su estabilidad jurídica, política y económica, que no existe hoy en nuestro país.
Un ejemplo citado en Infobae de este fenómeno internacional es que, en Uruguay, “el próximo 7 de octubre se inaugurará la Torre Trump: el 80 % de los departamentos ya está vendido y el 60 % a ciudadanos argentinos. Algo similar, agrega el artículo, pasa en el complejo Le Parc, que ya planificó su quinta torre.”
