El incremento fue, de todos modos, inferior a la inflación acumulada en el mismo período. Para evitar la indigencia, en tanto, se requirieron $28.414, según los datos publicados este jueves por el Indec.
El monto de la canasta básica total por persona llegó a $21.517 mensuales en junio, lo que significó un alza de 3,2% en el mes. De esta manera, una familia de cuatro integrantes necesitó $66.488 para no caer debajo de la línea de pobreza. El ingreso mínimo llega a $69.931 en los hogares de cinco personas. Los datos se desprenden del informe publicado este jueves por el Indec.
Por su parte, la canasta básica alimentaria, que determina la línea de indigencia, ascendió a $9195 por persona. De esta manera, registró un alza de 3,6% en el sexto mes de 2021. En consecuencia, una familia tipo requirió $28.414 para no ser indigente. Esa cifra asciende a $29.885 en el caso de hogares formados por cinco personas.
El incremento mensual de la canasta básica total estuvo en línea con la inflación de junio, que marcó 3,2%, mientras que el aumento de la canasta alimentaria la superó en 0,4 puntos porcentuales. En el acumulado en el primer semestre, la canasta total aumentó 22,7% y la alimentaria, 25,3%. Esas cifras muestran un saldo positivo y neutro en comparación con la suba de 25,3% del nivel general de precios entre enero y junio.
Frente a los valores de junio del año pasado se verificó una aceleración en los ingresos necesarios para evitar caer en la pobreza y la indigencia. La canasta básica alimentaria subió 57,6% en los últimos 12 meses y mostró cinco incrementos interanuales seguidos. Por su lado, la canasta básica total avanzó 51,8% y registró el séptimo aumento consecutivo. En ambos casos, los indicadores saltaron por encima de la inflación acumulada en el mismo período, que llegó a 50,2%.
El precio de los alimentos preocupa al Gobierno
En el último año, los aumentos en el precio de algunos alimentos llegaron a superar el 50%. Ese tema está entre las principales preocupaciones oficiales de cara a las elecciones.
Si bien en el Gobierno argumentan que una parte de los aumentos se explica por el alza en las cotizaciones internacionales, en los últimos meses se lanzaron varias iniciativas para tratar de contener los valores de los productos básicos. Entre ellos, el acuerdo para mantener los precios populares de la carne y las canastas específicas como Precios Cuidados y Super Cerca.
Esos programas de precios se complementan con la asistencia alimentaria concreta a los sectores más vulnerables. Según el Observatorio de Deuda Social de la Argentina de la UCA, un 45,9% de los niños y niñas argentinos dependen de algún tipo de subsidio directo o indirecto. En esa línea, el Gobierno amplió la Tarjeta Alimentar a los menores de hasta 14 años.
En la misma sintonía va la decisión del Gobierno de habilitar la reapertura de paritarias y anticipar la suba del salario mínimo vital y móvil. Aunque se había definido una mejora de 35% en siete tramos (el último de los cuales estaba previsto para febrero) el alza se terminará de realizar en septiembre, cuando alcanzará los $29.160. Esa cifra, de todos modos, representa menos de la mitad del valor de la canasta básica total de una familia durante el mes pasado.