La información que se conoció es que, de acuerdo con lo conversado, las principales cabezas de Juntos por el Cambio (JxC) encendieron en la noche del domingo sus computadoras para debatir una estrategia común e intentar arribar a una posición compartida en torno del crucial acuerdo entre el Gobierno y el FMI, rechazado por el cristinismo. Lo lograron a medias.
Luego de más de dos horas de Zoom, las posiciones, contrapuestas en algunos casos, siguieron vigentes, pero se lograron algunos acuerdos básicos. El primero de ellos es un consenso para “no empujar a la Argentina al default”. Según dijeron los participantes de la reunión, por eso acompañarían la aprobación de la refinanciación de la deuda argentina con el FMI.
Quedó inconclusa la definición entre macristas, radicales e integrantes de la Coalición Cívica sobre el artículo 2, que contiene los anexos con el plan diseñado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, para poder cumplir con los requerimientos del organismo internacional de crédito. Sin embargo, un comunicado de última hora de la Mesa Nacional de JxC fue terminante en este punto: “No compartimos ni estamos de acuerdo con el programa económico que ha presentado el Gobierno. Esta posición la vamos a profundizar a partir del día de mañana con la presencia del ministro Martín Guzmán, para que nos aclare todas las dudas”.
Ese mismo comunicado informa que “se facultó a los presidentes de bloque a llevar adelante la estrategia parlamentaria”. Dice que “mientras el Gobierno está dividido, Juntos por el Cambio se encuentra unido” y que la mesa nacional volverá a reunirse “entre los días martes y miércoles”.
“Le decimos sí a la refinanciación, y no al programa económico que nos lleva a más decadencia, más impuestos y achicamiento de la economía privada”, afirmó a un diario nacional la presidenta de Pro, Patricia Bullrich y referente de los halcones de JxC.
“Vamos a seguir haciendo esfuerzos para que el interbloque JxC vote este tema de la forma más cohesionada posible. Tenemos un primer punto de encuentro, que es no empujar al país al default. Ahora sumamos otra coincidencia: avalar el refinanciamiento de la deuda con el FMI y no avalar el programa económico que envió Guzmán dentro de la ley”, afirmó fuera de micrófono uno de los asistentes a la reunión virtual, que contó con tres economistas invitados (Hernán Lacunza, Luciano Laspina y Eduardo Levy Yeyati), el retorno de María Eugenia Vidal y la presencia especial de los diputados Margarita Stolbizer y Ricardo López Murphy.
Otro de los asistentes sostuvo: “Creemos que el Congreso no tiene por qué opinar sobre una materia que es competencia del Poder Ejecutivo y además no coincidimos en muchas cosas de este programa: es totalmente insatisfactorio. Es un capricho del Gobierno querer que el Parlamento vote las dos cosas: buscan coparticipar los costos con la oposición de algo en que el propio oficialismo tiene reparos y dudas”. Los presidentes de los bloques quedaron con la misión de intentar separar los artículos uno y dos. Según fuentes de la oposición, aunque ya fueron separados, los contenidos quedaron “vinculados” en la última versión del proyecto.
Además de intentar “votar lo más coordinadamente posible”, la mesa opositora analiza presentar un dictamen consensuado de minoría que avale el financiamiento, pero que no haga mención al programa económico que Guzmán diseñó para cumplir con los compromisos pactados. Desde la oposición agregaron que “hay paridad en el plenario de Presupuesto y Finanzas”, por lo que deberá ser el oficialismo el que “no deberá tener fugas si quiere imponer el texto” que envió Guzmán.
Hay un punto en el que concuerdan desde Mauricio Macri, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta hasta los radicales Gerardo Morales y Martín Lousteau o Elisa Carrió: el programa que firmó Martín Guzmán con el FMI es “muy malo” y genera una “bomba” o “una trampa” –duros y moderados también se diferencian en la terminología– en materia de inflación y deuda en pesos, que complicará al próximo gobierno.