Decenas de miles de trabajadores desocupados se sumaron a la Marcha Federal contra el desempleo, pidiendo que suban la cantidad y los montos de los planes sociales, ya que con los actuales 19.500 pesos nadie puede vivir. La inflación genera esa gran preocupación, ya que varios medios y economistas esperan que este año llegue al 70 %. Por ende, más de la mitad de quienes tienen trabajo están por debajo del límite de pobreza y deben trabajar 10 o 12 horas diarias o tener dos trabajos para llegar a fin de mes.
El Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC) fue parte de estas movilizaciones en todo el país apoyando sus reclamos inmediatos y pidiendo la reducción de la jornada laboral a 30 horas por semana, sin rebaja salarial y con un mínimo igual a la canasta familiar. “Si solo se hiciera esto en las principales 12.000 grandes empresas se podrían generar más de un millón de puestos de trabajo”, manifestaron.
Según sus palabras, la CGT oficialista estuvo ausente. Dicen que llamará a una marcha, pero no para pelear por el salario sino en apoyo al gobierno. La CTA-Autónoma convoca a un paro y movilización. Contradictoriamente dicen «Fuera el FMI» pero «que la deuda la paguen los que la fugaron». ¿Por qué hay que pagar una deuda fraudulenta convalidando la estafa macrista y en medio de la existencia de 17 millones de pobres? Que esa plata vaya para las necesidades del pueblo trabajador como en educación, salario, salud, vivienda y trabajo. Los sindicatos dirigidos por sectores kirchneristas como la UOM, UTE, Bancarios, Suteba, Subte y otros que son sus aliados como los sindicatos de Telecomunicaciones o los mismos Camioneros, manifiestan que lo central es subir el salario. Sin embargo se callan sobre el 20 % del poder adquisitivo que perdimos en los últimos años o se limitan a ver si no pueden perder más con la inflación, como los bancarios que cerraron por el 60 %, cuando aún no se sabe si la inflación será aún mayor.
La izquierda da más ejemplos de las contradicciones: la UOM con Furlán continúa con salarios por debajo del límite de pobreza en muchísimas empresas. Los y las docentes deben trabajar dos cargos o más para llegar a fin de mes. Y falta aún el aumento de tarifas que subirán para poder bajar subsidios y juntar dólares para pagarle al FMI. Los políticos K mientras tanto se rasgan las vestiduras hablando del salario. Pero donde gobiernan, tampoco dan aumentos que recuperan lo perdido.
El Movimiento de Agrupaciones Clasistas dejó en claro que “los sindicatos con direcciones que critican el plan económico deben pasar de las declaraciones a las acciones e imponerle a toda dirigencia sindical burocrática que termine con su subordinación al gobierno. Necesitamos un paro nacional por el salario y por el empleo. Para que haya un aumento de emergencia que permita recuperar lo perdido y que nadie esté por debajo de la línea de pobreza, en el camino de lograr un mínimo que cubra la totalidad de una canasta familiar de 150.000 pesos. Y por la suba inmediata de los subsidios para que los desocupados puedan llegar a fin de mes.”
