El tope a los aumentos en los combustibles por cuatro meses que el Gobierno arregló este lunes con las principales petroleras llevará que la nafta premium cueste unos 30 pesos sobre el valor actual y que el gasoil más refinado ronde los 250 pesos para ese mes.
El Gobierno autorizó un tope de aumentos entre diciembre y marzo a los valores presentes en las estaciones de servicio porteñas de la red de YPF, líder del mercado que suele marcar el ritmo de los precios y es seguida por el resto de las comercializadoras, que venden más caro sus productos.
Ninguna firma dio señales sobre el momento en el que actualizarán sus precios, aunque los últimos dos aumentos se dieron en los inicios de octubre y noviembre.
El último incremento tuvo lugar el 3 de noviembre pasado, cuando YPF subió los valores un 6 % promedio. El resto de las petroleras se sumó a las alzas en porcentajes similares. No era novedoso: fue el quinto aumento en lo que va del año y se justificó en la devaluación del peso registrada en octubre (6,8 %) y en el retraso del traslado a los valores al público de la alta inflación.
La nafta súper acumuló un alza de 60,5 % desde inicios de 2022, mientras el gasoil premium se encareció 112,61 %, sí, en el mismo lapso.
Con el acuerdo para incorporar a los combustibles al plan Precios Justos, las naftas y el gasoil pueden subir hasta 4 % en diciembre, otro porcentaje igual en enero y en febrero, mientras en marzo el tope autorizado es de 3,5 %. A cambio de esta firma, Sergio Massa les garantizó a las petroleras el acceso a dólares para conseguir a insumos como lubricantes y aplazar el impuesto a los combustibles.
Los combustibles costarán en diciembre: Nafta súper: $ 150,90; Nafta premium $ 184,80; Gasoil común: $ 162,13; Gasoil premium $220,89. Los demás aumentos autorizados enviarán los números a cifras demoledoras, como que el último combustible valdrá cerca de $ 250 el litro.
