La violencia no tiene límites. Fuentes policiales de Bahía Blanca confirmaron que Domingo Verna, jubilado de 76 años, mató a sangre fría con su arma de fuego a su nieto, que lo había increpado, le había pegado en la cara y pateó la puerta de la casa tras una discusión familiar.
La autopsia reveló que el muerto registraba lesiones en el tórax, abdomen, cuello, mejilla y hombro. En tanto, el imputado también resultó herido: se constató que padecía escoriaciones en su cuerpo.
Verna, que preside la Sociedad de Fomento del barrio donde vive, debió concurrir a una audiencia en la que se le imputó el delito de «homicidio calificado por el vínculo y por ser cometido con un arma de fuego, habiéndose excedido en la legítima defensa que habría ejercido».
El anciano se negó a declarar y recuperó su libertad 48 horas después del asesinato, debido a su avanzada edad. La causa seguirá bajo investigación mientras los vecinos continúan con el estupor del hecho, aunque reconocen que las peleas entre ambos eran frecuentes. La hija del imputado y madre de la víctima aseguró que su padre «siempre fue violento y maltratador conmigo y con mi mamá» y que el muchacho «fue humillado como un malviviente y un ladrón».