Sucedió en Mendoza en un caso de presunto abuso. El padrino del nene fue liberado, pero la sospecha recayó en el papá cuando los estudios dijeron que tenía la misma enfermedad que el menor.
El horror no se toma vacaciones. El lunes pasado, una mamá ingresó al hospital pediátrico Dr. H. Notti, con su hijo de 3 años con signos de deterioro, en Mendoza. Mientras asistían al niño, manifestó que creía que su hijo había sido víctima de un abuso sexual. Inmediatamente, la institución activó el protocolo para este tipo de hechos.
Los análisis confirmaron, el martes, que el niño tiene sífilis, enfermedad de transmisión sexual. Con esta noticia, la fiscal de Delitos Sexuales, María de las Mercedes Moya, dispuso la intervención de la División de Delitos contra la Integridad Sexual.
La Justicia de Mendoza detuvo al padrino y al padre del nene. El primero, un joven de 21 años, quedó en libertad, porque los resultados de los análisis dieron negativo para la enfermedad de transmisión sexual que padece el menor.
El padre, sin embargo, quedó a disposición de la Justicia como sospechoso de abuso sexual, ya que los análisis dieron positivo para él y su pareja por sífilis. En las próximas horas, se determinará la responsabilidad del acusado y su situación judicial tras recibir los resultados de otras pericias.
Los investigadores no rechazaron ninguna hipótesis sobre los posibles autores del presunto abuso del pequeño. Los peritos del Cuerpo Médico Forense (CMF) trabajan para definir cuál fue la forma del contagio.
