Mientras el ministro de Seguridad de la Nación afirma que “ganaron los narcos”, siguen los tiroteos y asesinatos en la ciudad más populosa de la provincia de Santa Fe.
El intendente de Rosario, Pablo Javkin, y el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, pidieron el apoyo de las fuerzas federales al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. Este respondió con unas palabras que le hubieran costado el puesto a cualquier funcionario en un país serio: en Rosario “ganaron los narcos”.
Perotti delcaró: “Repudio total a las expresiones del ministro de Seguridad, cuando tuvo esa expresión poco feliz”. El ministro del Interior, Eduardo de Pedro, en tanto, firmó un convenio con el gobernador de Santa Fe para que las fuerzas de seguridad de la provincia utilicen el Sistema de Identificación Segura y el financiamiento para la adquisición de 600 cámaras de vigilancia con reconocimiento facial de última generación.
Sin embargo, todo empeora. Luego del ataque al supermercado de la familia de Antonela Roccuzzo y la amenaza a Lionel Messi, cuatro nenes fueron baleados y uno de ellos murió en un tiroteo en el barrio Empalme Graneros.
Un grupo de delincuentes atacó a balazos una casa en la que se encontraban los cuatro menores. Un chico de 11 años murió por la gravedad de las heridas, mientras que a los demás les pegaron en el brazo, la boca y el pecho. Todos fueron ser trasladados al hospital de niños Zona Norte.
La policía persiguió a los delincuentes, pero estos escaparon por los techos del barrio. Las fuerzas de seguridad encontraron armas con numeración suprimida, ametralladoras y silenciadores en una cama e incautaron una motocicleta que tenía pedido de captura activo desde el 24 de febrero pasado. La causa quedó a cargo del fiscal Adrián Spelta, quien ordenó a la Agencia de Investigación Criminal una serie de medidas de prueba para atrapar a los autores del infanticidio.