El juez federal Sebastián Casanello acusó a Ariel De Vincentis de desobediencia, estorbo de un acto funcional y encubrimiento. Se sospecha que demoró el ingreso de la Policía durante los allanamientos en la causa por coimas entre la droguería y la Agencia Nacional de Discapacidad.
La maniobra investigada
Según la resolución judicial, De Vincentis habría retrasado el acceso de la Policía de la Ciudad al complejo de Nordelta, lo que permitió que Jonathan y Emmanuel Kovalivker intentaran evadir el operativo. Jonathan no fue hallado en su domicilio, donde encontraron cajas fuertes vacías, mientras que Emmanuel fue interceptado con sobres que contenían 266.000 dólares y 7 millones de pesos.
Pruebas y argumentos del juez
El procesamiento se sustentó en peritajes a los teléfonos de De Vincentis, registros de cámaras y datos de ingresos y egresos del country. Para Casanello, el jefe de seguridad utilizó su posición para anular el factor sorpresa de los allanamientos y frustrar la posibilidad de secuestrar los celulares de los implicados. Además, convocó a la Policía Bonaerense con el argumento de un procedimiento irregular, lo que generó una demora adicional.
Situación judicial y próximos pasos
De Vincentis, ex agente de la Policía Federal, fue procesado sin prisión preventiva y se le trabó un embargo de 2 millones de pesos. Si bien se presentó a declarar y entregó sus celulares, el juez consideró insuficientes sus explicaciones. Finalmente, Casanello declaró la incompetencia del fuero porteño y remitió la causa a la justicia federal de Tigre, por ser el lugar donde ocurrieron los hechos.