Un tribunal ordenó que se los dejase en libertad y les devolvieran sus pasaportes. Siguen aguardando una definición perentoria otros siete detenidos.
Luego de tres meses y una semana, los 19 tripulantes (14 venezolanos y cinco iraníes) de un avión incautado por la justicia argentina a pedido de su par estadounidense permanecieron recluidos en un hotel de Buenos Aires bajo la sospecha de que mantenían vínculos con el terrorismo. Ayer, sin embargo, doce de ellos dejaron el país, rumbo al aeropuerto de Maiquetía, Venezuela, ya que un tribunal ordenó su liberación y la devolución de los pasaportes retenidos. Los otros siete deben continuar en Buenos Aires, pero su situación procesal tienen que ser definida en diez días, según el fallo de un tribunal de segunda instancia.
Entre estos últimos se encuentra el piloto iraní Gholamreza Ghasemi Abbas, acusado por los servicios de inteligencia de Paraguay como miembro de Al Quds, brazo paramilitar de élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC).
De acuerdo con la hoja de ruta del avión de Emtrasur, en su último mes en actividad voló a Paraguay, Bielorrusia, Irán y Moscú. La justicia argentina, con la colaboración de otros países, investiga si fue usado para realizar actividades ilícitas y la causa de que la tripulación era muy superior a la requerida y contaba con cinco ciudadanos iraníes.
El ministro de Interior, Aníbal Fernández, comentó que organismos extranjeros habían enviado información que vinculaba a algunos de ellos con empresas relacionadas con la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán. Este grupo está sospechado de ser autor del peor atentado de la historia del país, cuando 85 personas murieron tras volar la sede de la mutual judía AMIA en 1994.
Al inicio de agosto, el juez a cargo del caso, Federico Villena, había decidido levantar la prohibición de salida del país de 12 de los 19 ocupantes del avión, pero la medida fue apelada por la fiscal. La Cámara Federal de Apelaciones ratificó su liberación seis semanas más tarde.
