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Tras la suba del dólar, las alimenticias definen aumentos para agosto: subas del 5% al 8% y cautela por la baja del consumo

Aceiteras y empresas de limpieza ya enviaron nuevas listas. En productos como harinas y farináceos, el aumento de costos presiona los precios. El resto del sector analiza los próximos movimientos del tipo de cambio.

Luego del salto del dólar oficial, que pasó de $1.290 a $1.375 en pocos días, las empresas de alimentos y consumo masivo comenzaron a definir nuevas listas de precios. Aunque no hay una suba generalizada, varias compañías ya enviaron ajustes a supermercados y mayoristas.

Subas iniciales: aceites, farináceos y limpieza

Las principales subas se dieron en el rubro aceitero, con aumentos del 5% al 7%, y en empresas que también producen harinas y derivados. El precio del trigo, insumo clave de la harina, aumentó un 17% durante julio, lo que presiona directamente sobre los costos. Según Diego Cifarelli, presidente de FAIM, “no hay forma de evitar un traslado a precios con ese nivel de incremento, aunque se pueda postergar”.

En productos de limpieza y perfumería, también hubo remarcaciones de entre 5% y 7%, mientras que en alimentos como fideos y galletitas se observaron aumentos menores, entre el 2% y el 4%.

Cada empresa define su estrategia

Desde la Coordinadora de Productos Alimenticios (COPAL) aclararon que no hay una pauta uniforme: “Cada compañía analiza su estructura de costos y actúa según su realidad. El traslado a precios no es automático ni proporcional”.

Además, remarcaron que, en lo que va del año, la inflación en alimentos se mantuvo por debajo del índice general, y los precios de salida de fábrica fueron menores a los precios finales al consumidor.

Incertidumbre y contratos con cláusulas por devaluación

Una empresa del sector lácteo confirmó que tiene contratos con cláusulas vinculadas al dólar, y que hay presión para ajustar precios de insumos como leche, plásticos y colorantes. Sin embargo, la mayoría opta por actuar con cautela para no afectar las ventas.

“El ingreso de los consumidores está muy golpeado. Si se comete un error con los precios, la demanda se desploma”, reconocieron. Según datos del sector, las ventas crecieron un 3% en el primer semestre, pero en julio comenzaron a mostrar una baja.

Mayoristas: aumentos moderados por la competencia

En autoservicios y mayoristas, la situación también es dispar. Según Armando Farina, vicepresidente de CADAM, “por ahora hay subas leves, porque la competencia es fuerte y no se pueden trasladar todos los costos”. En productos con logística cara, como lácteos, papel y rollos de cocina, se esperan ajustes si suben los combustibles.

Las grandes cadenas del interior, representadas por la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), afirmaron que hasta ahora recibieron pocas listas nuevas y que “la alarma por los aumentos aún no se materializa”.

El Gobierno, atento a los movimientos

Tras lo ocurrido en abril —cuando varias empresas fueron señaladas por aplicar subas tras la liberación del cepo—, muchas compañías prefieren esperar. En aquella ocasión, Molinos Río de la Plata y Unilever debieron retroceder tras las críticas públicas del ministro de Economía, Luis Caputo.

Por eso, esta vez prevalece la prudencia. La mayoría de las empresas monitorea el tipo de cambio, los costos logísticos y la evolución del consumo antes de definir nuevos aumentos. La clave estará en lo que ocurra en las próximas semanas con el dólar y los combustibles.

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