La Policía de la Ciudad avanza en la investigación del horroroso crimen que estremeció al barrio de Villa Crespo, donde una familia completa fue hallada sin vida. Las primeras pericias apuntan a que Laura Leguizamón (50) asesinó a su esposo Adrián Seltzer (53) y a sus hijos Ian (15) e Ivo (13), antes de suicidarse. La escena fue calificada como “muy sangrienta” y ejecutada con una notable carga de saña, según detallaron fuentes del caso a Infobae.
La secuencia de la masacre
El hecho ocurrió durante la madrugada del miércoles. De acuerdo a la reconstrucción pericial, alrededor de las 6 de la mañana Leguizamón atacó primero a su esposo mientras dormía en la cama matrimonial. Tenía varias heridas de arma blanca en el pecho y no se habría movido del lugar, lo que hace sospechar a los investigadores que podría haber ingerido tranquilizantes previamente.
Acto seguido, la mujer se dirigió al dormitorio donde dormían sus hijos en cuchetas. Uno de ellos, Ian, logró escapar herido hasta el comedor, donde fue rematado. Su cuerpo presentaba puñaladas en el pecho y la espalda. Ivo también intentó huir, pero fue alcanzado y asesinado en el pasillo mientras intentaba ingresar a otra habitación. Tenía múltiples heridas punzocortantes en la espalda, el pecho, y signos claros de haber intentado defenderse.
Luego del crimen, Laura Leguizamón habría escrito una carta confusa y perturbadora, en la que se leía la frase “muy perverso” y otras líneas con referencias a su padre, su madre y una mención difusa a estar “en la calle”. Con ese escrito como presunto testimonio, regresó al dormitorio principal, donde se autolesionó con una cuchilla. Finalmente, se habría arrastrado hasta el baño, donde fue hallada sin vida, sentada sobre el bidet.
Pruebas recogidas en la escena
Durante el levantamiento de pruebas, los investigadores incautaron dos cuchillos —uno de ellos de gran tamaño y con el que se presume se cometió el crimen— y una serie de medicamentos: una caja vacía de sertralina (un antidepresivo), otra con pastillas de midax (ansiolítico) y olanzapina (antipsicótico). La hipótesis de que Laura Leguizamón sufría un cuadro psiquiátrico se fortalece con estos hallazgos, aunque aún no se descarta ninguna línea de investigación.
Se tomaron muestras de sangre, impresiones dactilares y se preservaron las manos de las víctimas para pericias posteriores. También fue secuestrada la lapicera con la que se habría escrito la carta.
Posibles pistas en las carpetas escolares
En paralelo, los investigadores incautaron las carpetas escolares de Ian e Ivo, alumnos del colegio ORT, sede Almagro, donde cursaban la secundaria. La finalidad de la pericia documental es doble: descartar que alguno de los menores haya escrito la nota hallada en la cocina y detectar posibles señales o mensajes que den cuenta de conflictos dentro del hogar. Según una fuente del caso, “podría ser material útil para una evaluación psicológica y documentológica”.
Repercusiones y duelo en la comunidad
El colegio ORT emitió un comunicado en el que expresó su dolor por la pérdida de los estudiantes y anunció medidas de contención para sus compañeros y docentes. “Con inmenso dolor comunicamos el fallecimiento de nuestros queridos estudiantes Ian e Ivo Seltzer (…). Acompañamos con respeto y profundo pesar a sus seres queridos”, dice el mensaje. También se realizará un minuto de silencio y las banderas permanecerán a media asta durante la semana.
La primera alerta y la denuncia de una hermana
El hecho salió a la luz cerca de las 13.30 del miércoles, cuando la empleada doméstica de la familia llegó al departamento y abrió con su llave habitual. Al entrar, se encontró con el cuerpo de Ian en un charco de sangre y de inmediato llamó al 911. Cuando la Policía llegó al lugar, fue recibida por la hermana de Laura Leguizamón, quien les dijo: “Fue mi hermana”.
La investigación sigue su curso bajo la carátula de “homicidio múltiple seguido de suicidio”. Mientras se aguardan resultados forenses y psicológicos, la sociedad intenta digerir el impacto de una tragedia que, por su brutalidad y sus víctimas, dejó una profunda marca.