La Federación Marroquí de Fútbol presentó ante la FIFA una protesta por el arbitraje del partido contra Francia, que señala que fueron privados de “dos penales indiscutibles”.
Los dirigentes de la máxima asociación futbolera de Marruecos enviaron un correo a la instancia competente quejándose por las situaciones arbitrales que dejaron a su selección fuera de la final del Mundial de Catar. Se trata de dos penales indiscutibles, “según la opinión de varios especialistas del arbitraje”. La nota apunta contra la tarea del juez mexicano César Ramos.
Francia y Marruecos protagonizaron una de las semifinales. Si bien Theo Hernández marcó un gol tempranero para el elenco europeo, también cometió un claro penal sobre Sofiane Boufal. El VAR, increíblemente, no dijo nada.
El segundo reclamo se origina en una pelota parada a pocos segundos del entretiempo en la que, nítidamente, se perciben dos claras sujeciones dentro del área: Aurelien Tchouameni toma a Selim Amallah hasta tirarlo mientras que Olivier Giroud hace lo mismo con Youssef En-Nesyri. Otra vez, el VAR, favoreciendo a Francia, no intervino. En la cabina se encontraba el canadiense Drew Fischer, acompañado por el colombiano Nicolás Gallo, la brasileña Neuza Back y el estadounidense Armando Villarreal.
La Federación Marroquí quedó disgustada porque “los encargados de la tecnología no reaccionasen ante esas situaciones arbitrales”. Dijeron que “no escatimará ningún esfuerzo para defender y preservar los derechos de las selecciones nacionales, predicando la equidad en el arbitraje y denunciando esas decisiones arbitrales” de la semifinal.
La FIFA, obviamente, aún no se pronunció pero ya seleccionó al juez del último duelo del certamen: el polaco Szymon Marciniak. No resulta claro por qué jugando un equipo de Europa, el ente elige un juez de ese continente. ¿Será que no hay asiáticos, africanos u oceánicos con capacidades? Ojalá el domingo no haya que lamentar víctimas.