Lo manifestó la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas. Piden ser recibidos por los funcionarios nacionales ante la situación que atraviesa el sector. No hay diálogo y están jaquedos por la situación internacional y las medidas que sostiene Sergio Massa.
Dirigentes de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL) comunicaron que, si no hay una recomposición del precio de la lecha para el tambero, seguirán los cierres de establecimientos y la caída de la producción y terminaría “en faltante de leche para el otoño, tradicional época de baja de la producción”. Según comunicaron, y la cifra aterroriza: ya cerraron unos 400 tambos en el año.
“Solicitamos una convocatoria urgente de toda la cadena láctea por parte del Gobierno, para plantear de manera directa ante las autoridades todas las variables que ponen en riesgo a la actividad productiva e industrial y buscar conjuntamente las soluciones posibles. Esperamos una pronta respuesta a nuestra solicitud”, señalaron luego de un tercer año de “intensa sequía” y heladas tardías.
Acosan a la leche también la baja de los precios internacionales de la leche en polvo y la suba de costos de la alimentación de las vacas, por la guerra entre Rusia y Ucrania, y por el efecto de la segunda edición del “dólar soja”. Como si fuera poco, el valor de sus productos está maniatado por el programa de “Precios Justos”, mientras los costos en dólares (cartón, plásticos, repuestos) suben al ritmo de la devaluación del tipo de cambio oficial, que ronda el 6 % mensual.
La lechería es una economía regional de “altísimo impacto económico y laboral” en las comunidades donde se desarrolla, tanto la actividad primaria como la industrial y una víctima más de las demoras en el SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina), implementado, no para el control racional de las compras al exterior, sino para prohibir a las pymes y empresas la importación.
