O no saben, o no quieren, o no pueden. No interesa demasiado cuál es la razón, pero lo cierto que a siete meses de haber estallado el escándalo de la compra de alimentos con sobreprecios en el Ministerio de Desarrollo Social volvió a dar una situación similar.
Ayer se validaron valores por encima de Precios Máximos, una vez más. El Ministerio de Desarrollo Social compró 50.000 kilos de yerba a precios por encima de lo que se compra de a paquetes de 12 kilos en el principal portal de compras online. Algo similar pasó con mermeladas. Pero si el changuito de Daniel Arroyo era caro, el del Jefe de Gabinete , Santiago Cafiero, amenaza con tornarse desmesurado.
El tercer heredero del ilustre apellido peronista autorizó la compra, por ejemplo, de 100 millones de kilos de arroz -si, 100 millones, algo así como dos kilos y medio por habitante- a $97,76 el kilo. En Precios Máximos, ese producto, incluso de mejores marcas, se consigue a $69,22.
En Precios Cuidados, el programa que el Gobierno prorrogó hasta fin de año, el arroz marca Primor está $62,40. Si efectivamente se compra todo lo autorizado, el Estado habrá pagado 3536 millones de pesos de sobreprecios, sólo por el arroz.
La historia de desaguisados con la compra de alimentos empezó en abril, cuando LA NACION publicó una serie de notas en las que se mostraba cómo el Gobierno compraba millones de kilos más caro que cualquier vecino en un supermercado de la esquina.
Además, los precios que convalidaba estaban por encima de los que obligaba a vender a través del sistema de Precios Máximos. Entonces, el presidente Alberto Fernández decidió dar marcha atrás con la compra y establecer que no se podía pagar más que lo que marca el listado que el propio Gobierno publica como tope, obligatorio para productores de alimentos y comerciantes.
Pero todo está lejos de cumplirse. El Ministerio de Desarrollo Social publicó la compra de yerba mate marca «El buen ojo». Se hizo de 50.000 paquetes de un kilo y pagó por cada uno de ellos 206 pesos. En Mercado Libre, por un pack que contiene 6 kilos se paga 160 por cada uno. Además, se puede pagar en nueve cuotas sin interés.
Hubo más. El Ministerio que maneja Arroyo, donde se desplazaron 12 funcionarios en abril por las licitaciones con sobreprecios, compró 100.000 frascos de vidrio de mermelada de durazno de 454 gramos marca Caroyense a $104. Por una unidad marca Arcor, en Mercado Libre se consigue por $102. En la tienda online de Staples está 91 y en otros sitios se puede conseguir hasta por 63 pesos la marca Emeth. En Precios Cuidados el Gobierno obliga a la marca Dulcor a que a todos los argentinos le venda su mermelada a 85 pesos. A todos, menos al Estado que la paga $104.
Pero la novedad de los últimos días es la mega licitación de Cafiero que se conoció hace poco y que causó sorpresa y malestar entre los productores de alimentos. Los sorprendidos, claro, por la cantidad de productos; los enojados, por no haber sido invitados a ofertar. El Jefe de Gabinete tiene a su cargo la Oficina Nacional de Contrataciones (ONC). A través de ella, inició el proceso que se conoció el 14 de octubre pasado mediante la disposición 131/2020.
Bajo el paraguas de la emergencia, la ONC decidió celebrar acuerdos para que los proveedores del Estado pongan a disposición de los gobiernos (Nacional y provinciales) diferentes insumos necesarios para atender la emergencia. «La Oficina Nacional de Contrataciones llevó adelante una compulsa con el fin de obtener propuestas para dar lugar a la celebración de Acuerdos Nacionales Emergencia COVID 19 que contuvieran el compromiso por parte de cada oferente, de poner a disposición de los organismos del Sector Público Nacional que determine el Jefe de Gabinete de Ministros, en su calidad de coordinador de la Unidad de Coordinación General del Plan Integral para la Prevención de Eventos de Salud Pública de Importancia Internacional». Semejante preludio quiere decir que será Cafiero y la ONC la que firmen compromisos con proveedores por un determinado precio y para que los gobernadores y ministros no liciten, sino que directamente compren de ese cupo.
Así las cosas, Cafiero armó una compulsa con empresas invitadas. Dividió las necesidades en 12 productos (arroz, fideos, harina, porotos, lentejas, arvejas, entre otros) y llamó a ofrecer precio por 100 millones de unidades en cada provincia.
En total, fueron 360 pedidos de ofertas (12 productos por 24 provincias). De ese total, adjudicó 52 «renglones» de la licitación. Así, por ejemplo, se aseguró la provisión de 100 millones de paquetes de porotos de medio kilo para ser adjudicados en Chubut. Es decir, cada habitante de aquella provincia patagónica podría tener del Estado 180 paquetes de 500 gramos. Para cada correntino, Cafiero licitó 100 paquetes de 500 gramos de almidón de maíz o 100 de fécula de mandioca.
La lista podría seguir. La ONC se aseguró la provisión de 175 kilos de arroz y de harina para cada formoseño o 319 kilos de arroz para cada uno de los habitantes de La Rioja. Es decir, si las compras de Cafiero se ejecutan tal como se adjudicaron, una familia tipo riojana tendrá para consumir 1,27 toneladas de arroz. En la Jefatura de Gabinete aducen que no se comprará ese monto pero claro, hasta esa descomunal cifra, todas las provincias podrán comprar sin licitar.
Otro de los puntos es el precio que se convalida. Las pequeñas diferencias generan millones. El arroz blanco se pagó $97,76, mientras que en Precios Máximos se puede conseguir a $69,22. La diferencia si se ejecuta toda la compra será de 2854 millones de pesos. Pero hay otros rubros con diferencias más pequeñas pero que ante semejante cantidad, suman millones. Las lentejas que se consiguen en supermercados online son 7,50 pesos más baratas. Por lo tanto, el ahorro podría ser de 750 millones de pesos. O la harina, que en una diferencia de 50 centavos genera un sobreprecio de 50 millones de pesos.
Las compras de alimentos no le han resultado fáciles al Gobierno. Tanto es así que en todas estas licitaciones de miles de millones están ausentes los productores grandes de productos básicos. Ninguno de los conocidos se ha presentado. Ni siquiera Víctor Fera, el empresario dueño de Marolio y Maxiconsumo, histórico crítico de las licitaciones de Arroyo. Eso sí, en varias de sus tiendas se consiguen precios más baratos por un par de unidades que lo que Cafiero convalidó cuando licitó, por ejemplo, 2400 millones de vilos de arroz.