Hubo dos grandes perdedores: el oficialismo y los encuestadores. Los ganadores, además de la oposición, son los inversores que anoche celebraban haberse colocado en posiciones argy, como denominan a los activos argentinos, los días previos a las PASO. Es más, hubo memes en las redes sociales de remeras que decían AIA (All In Argy).
La primera pregunta obligada para hacer un análisis de lo que puede suceder en la semana en el mercado es qué pasará con el dólar. La divisa puede subir, pero no se disparará como muchos imaginaban porque la venta récord de dólares en el mercado de bonos financieros del miércoles, jueves y viernes, se traducirá en una sobreoferta en el “blue” que será absorbida por los compradores a precios no muy distintos a los de la semana pasada. De hecho, el viernes el Central intervino en el MEP con USD 130 millones nominales que equivalen a USD 51 millones en billetes. Como muchos compraron apalancados, es decir tomando crédito de terceros, se verán obligados a vender. Pero a lo largo de setiembre, la tendencia es al alza.
El tema es saber si el Banco Central seguirá quemando sus naves como en la última semana. Cabe recordar que, desde el 23 de agosto, cuando recibió los dólares del FMI y elevo sus reservas a USD 46.317 millones, perdió USD 556 millones y están en 45.761 millones. La pérdida pudo haber sido mayor de no haber mediado fuertes compras en algunas ruedas.
El dólar enfrenta ahora una duda existencial muy difícil de responder. ¿Seguirán interviniendo hasta noviembre el mercado cambiario con la misma fuerza que lo hicieron en los últimos tiempos? Si lo hacen, no podrán pagar las deudas y se corre riesgo de default. Los informes más serios del mercado alertaron que el ritmo de intervención del Banco Central es insostenible, por eso en la última licitación de bonos 45% de lo que se captó fue por la colocación de bonos dollar linked. Estos bonos ajustan por el precio del dólar oficial y los compraron los que apuestan a una devaluación. Estos tenedores de títulos también estarán celebrando su decisión.
La escasez de dólares será el freno para que el Gobierno intente acentuar el esquema de subsidios y estímulos a la economía. También deberán replantearse las tarifas y presentar un plan congruente con el FMI. Si no lo hacen, entonces la respuesta cambiaria será fuerte y los dólares que no controla el Gobierno no tendrán techo.
Los bonos de la deuda también estarán entre los beneficiados. Tener títulos con tasas de retorno de hasta 21%, como es el caso del AL30, el bono que utiliza el Banco Central para intervenir en el mercado, fue una tentación irresistible. Los tenedores de estos títulos no se jactaron de su cartera por temor al ridículo. Anoche en las redes celebraban su decisión y la blanqueaban.
Pero cabe aclarar que no hay que esperar una caravana prolongada de subas. Habrá toma de ganancias en cualquier momento y ese espacio será aprovechado por nuevos inversores para entrar al mercado. Entre las acciones, los bancos pueden ser los grandes ganadores de hoy, aunque su posición puede ser endeble en el futuro porque pueden exprimir sus divisas limitándole la tenencia de activos en dólares.
¿Se puede endurecer más el cepo cambiario? Sí. Puede haber más limitaciones, pero es poco lo que queda por cerrar y, si lo hacen, alimentarán al “blue”.
El viernes en el Senebi, el mercado más libre de bonos financieros, hubo una fuerte dolarización a través de las LEDES (Letras de Descuento del Tesoro). El MEP se llegó a operar a $ 180; dos días antes valía $ 173. El contado con liquidación se operó a $ 184 a última hora.
La contracara, era el mercado oficial donde las operaciones se hicieron en ambos dólares a precios algo inferiores a $ 171. Toda una invitación para que vuelva el “rulo” en el dólar MEP, el más accesible para el mercado. Es decir, comprarlo contra el AL30 y venderlo en el Senebi.
En síntesis, el dólar no será en principio el activo que más subirá. Habrá una oferta elevada de los dólares que vendió el BCRA en los últimos días. Podría verse más euforia en el mercado de bonos de la deuda externa y en las acciones. Hay fondos de inversión del exterior que venían acumulando ARGY. Ellos podrán tomar ganancias, pero atrás hay una fila esperando para comprar. Todo esto va a ser en el corto plazo. La euforia en la Argentina nunca es prolongada y se espera la reacción del Banco Central para evitar que sus reservas sigan en baja.
Lo que está en duda, es el cargo del ministro de Economía, Martín Guzmán, y era el comentario de anoche en los grupos de Whatsapp de operadores financieros e inversores. Allí se coincidió en que una hipotética salida del ministro no aliviaría la tensión cambiaria; por el contrario, la agudizaría.