Las últimas medidas que tomó el ministro de Economía, Sergio Massa, que incluyen un bono a jubilados, una suma fija para trabajadores públicos y privados, y un alivio del componente impositivo para un grupo de monotributistas, tienen como objetivo aplicar una inyección monetaria para recomponer los ingresos tras la devaluación. Sin embargo, de acuerdo a los especialistas, el impacto será acotado y se licuará rápidamente ante la aceleración de la inflación.
La batería de medidas despertó un fuerte rechazo en las entidades que representan al sector empresario -como la UIA, la Cámara de Comercio y la CAME-, pero también generó inquietudes entre los economistas, que advirtieron sobre el efecto que generará en el bolsillo de los distintos sectores como así también en las cuentas fiscales nacionales.
“Massa dejó su rol de ministro y se puso el traje de candidato liso y llano. Hasta ahora hizo lo que hace un ministro de Economía en una crisis, con un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con compromisos. La devaluación aceleró los precios para agosto y septiembre, y eso impactó muy claramente en los ingresos de toda la población. De lo que se trata es de paliar con pocas probabilidades de éxito esas decisiones duras que un ministro de Economía tiene que tomar”, analizó el director de Analytica, Ricardo Delgado, en diálogo con TN.
Y aclaró que esos ingresos para mejorar el poder de compra “no van a ser demasiado significativos” justamente por la inflación. “La ilusión monetaria hace que sea eso, una ilusión. Y menos sectores creen en esa ilusión. Evidentemente, la posibilidad de que tenga un impacto sobre la demanda real de bienes y servicios es baja”, continuó.