La victoria en Mar del Plata fue de 83 a 72 contra Canadá, ya clasificada. Campazzo y Brussino los goleadores locales con 13 puntos.
El equipo albiceleste de básquet se jugaba una gran patriada: vencer al invicto Canadá para quedar así muy cerquita de viajar al próximo Mundial que se jugará en Filipinas, Japón e Indonesia entre el 25 de agosto y el 10 de septiembre de este año.
De entrada pareció que el equipo que conduce Pablo Prigioni iba a simplificar el trámite. Aunque el elenco de Norteamérica no trajo sus mejores jugadores, aprovechando que ya estaba clasificado, Argentina se paró muy bien en cancha y fue logrando una interesante diferencia. La reacción canadiense llegó, pero el quinteto local no le permitió mucho vuelo. El primer tiempo terminó a favor de la selección criolla por 40 a 31.
En la segunda etapa, el arranque fue sensacional y la diferencia entre los dos conjuntos se amplió: salvo una pequeña remontada visitante en el último cuarto, Argentina manejó el juego y finalizó con un claro 83 a 72 en base a calidad y sacrificio.
Para destacar, el reparto del tanteador, al punto de que todos los suplentes argentinos convirtieron antes de cerrarse la primera mitad. Además el trabajo vistoso y efectivo de Facu Campazzo, máximo goleador argentino, con 13 tantos, los mismos que Nicolás Brussino. Importante también, los ratos de cancha del veterano Carlos Delfino que jugó poco menos de 19 minutos pero metió 5 de 6 en tiros de cancha con 2 de 3 en triples, más una transmisión de seguridad a sus compañeros, digna del santafesino de mil batallas.
Salvo que Brasil le gane a Estados Unidos el domingo, lo cual forzaría a Argentina a derrotar, a la misma hora (21.10) a República Dominicana también en Mar del Plata, el equipo de la Generación Dorada tiene casi listo el pasaje para el Mundial. Todo un privilegio al que nos acostumbraron Ginóbili, Scola, Nocioni y tantas otras estrellas.