Derrotaba 2 a 0 a Países Bajos, pero sufrió el empate a los 10 minutos de descuento. En los penales, “Dibu” atajó dos.
El quinto tiro desde los doce pasos lo pateó Lautaro Martínez. Cuando la pelota entró por la derecha del arquero Noppert, el único país sudamericano que podía llegar a semis … llegó. Ya Brasil, y con una situación muy parecida (gol contrario sobre la hora y, luego, penales) había quedado afuera ante Croacia, el rival del martes a las 16 del elenco de Scaloni.
Argentina jugó bien los primeros 10 minutos. En el momento más parejo, a los 34 del primer tiempo, Messi puso un pase entre medio de un frontón naranja y el impensado Nahuel Molina marcó el 1 a 0.
No jugó bien el equipo celeste y blanco en la segunda etapa. Países Bajos la fue empujando cada vez más contra su arco. En ese marco, Acuña fue derribado dentro del área y Messi, otra vez con su sangre fría, distanció por dos a la selección. A partir de ahí se vio lo peor del equipo.
Argentina se equivocó en un concepto básico: cuando tu rival tiene jugadores altísimos va a ganar en el área rival; entonces, tenés que evitar que les manden centros. Y el repliegue de la Scaloneta los dejó expuestos a estos pelotazos: uno terminó en gol y otros generaron faltas muy cerca del área, una de las cuales, tras una jugada de pizarrón, fue el empate.
En el alargue, claramente, Argentina fue mucho más que su rival. En los últimos cinco minutos, la suerte (al igual que en las tres adelantadas ante Arabia o en el gol de Australia) le jugó en contra. El pecho de Van Dijk salvó un gol hecho; un desvío en tiro al arco, con Nopper gateando, se fue apenas sobre el travesaño; el arquero sacó un remate olímpico a Di María; Fernández remató al palo. Si todo esto no es mala suerte, ¿qué es?
La venganza estaba vestida de rojo: “Dibu”, hijo futbolístico del arquero que atajó para Argentina en el Mundial 1974, atajó los dos primeros penales. Pero Enzo erró el suyo y hubo que esperar hasta el quinto para que un país saliera a las calles en búsqueda de una satisfacción. Como expresó el héroe en la entrevista ante la televisión: una alegría para un país que la está pasando mal económicamente.