El Gobierno de Alberto Fernández decidió abstenerse al votar sobre la apertura de un debate en las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos de los musulmanes en la región china de Xinjiang, promovida por los Estados Unidos.
El embajador chino en Argentina, Zou Xiaoli, había puesto de manifiesto su disconformidad en cuanto a que la ONU iniciara un debate, promovido por los Estados Unidos, sobre las minorías en Xinjiang. En esa línea, la diplomacia nacional se abstuvo, junto a Brasil y México, en la votación, durante la finalización del período 51 de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, presidida por Argentina este año.
Además del país norteamericano, otros 26 estados pidieron que se comenzara el debate, entre los que se destacan Australia, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Irlanda, Letonia, Países Bajos, Noruega, Suecia, y Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Luego se sumaron otros. Sin embargo, el proyecto no fue aprobado.
“Votamos abstención porque se pretende tratar este informe que fue voluntario sin el consentimiento de China. Eso rompe el fundamento de cooperación entre los miembros de Consejo y solo busca politizar el mecanismos”, manifestó una fuente del Gobierno argentino al diario Clarín.
Al final de la votación, Tamara Taraciuk, la directora en funciones de la organización Human Rights Watch, emitió un tuit donde se quejó de que los “únicos países que apoyaron debatir sobre el informe de Bachelet documentando crímenes contra la humanidad en China” fueron Honduras y Paraguay … y que Argentina, presidiendo el Consejo, se abstuvo, con Brasil y México. Lamentable. Previsible: Bolivia/Cuba/Vzla en contra.”
Michelle Bachelet, alta comisionada por los Derechos Humanos de la ONU hasta agosto pasado, renunció luego de presiones, tras publicar, luego de su visita a China, que “las denuncias de patrones de tortura o malos tratos, incluidos los tratamientos médicos forzados y las condiciones adversas de detención, son creíbles, al igual que las denuncias de incidentes individuales de violencia sexual y de género”.