La situación que viven los comerciantes y los vecinos de Once por la proliferación de la venta callejera ilegal es compleja. Así como hay muchos que se niegan a denunciar a los manteros por miedo a represalias hay otros que ya están cansados de tener bloqueados los accesos a sus locales o edificios, y la tensión en las calles se volvió cotidiana.
“Vinieron 15 senegaleses a defender a sus compatriotas, empujaron al señor y lo golpearon en la cara. Sus dos hijos varones salieron a defenderlo y se armó una batalla campal porque ellos eran un montón”, contó Gloria Llopiz, presidenta de la ONG Buenos Vecinos..
“Eran 4 contra 15. A Isabel la desmayaron de una trompada. Terminó con el ojo lastimado y la cara golpeada. Uno de los hijos resultó con el tabique quebrado y al otro hijo le tiraron un silla por la cabeza y está con traumatismo de cráneo. El marido tiene herido el pómulo y le rompieron los anteojos”, detalló la misma mujer, quien alertó sobre la proliferación de los manteros en el barrio desde octubre de 2020.