Desde las 6 de la mañana, pese al frío, un nutrido grupo de camioneros cortan la autopista Buenos Aires-La Plata a la altura de Dock Sud, partido de Avellaneda. La protesta se inició en el kilómetro 7 y causa grandes demoras, pese a que lentamente algunos choferes van retirando los vehículos de la autovía.
Los dueños de los vehículos, fundamentales para el transporte de mercaderías en un país que ha despreciado la alternativa del ferrocarril, protestan por la falta de gasoil en distintas regiones y reclaman la atención del Ministerio de Transporte de la Nación, que prometió una reunión. Testigos de este colapso de tránsito manifestaron que a las 7.00, la congestión superaba los cinco kilómetros, lo cual irritó, especialmente, a los obreros y empleados que usan esta vía para ir a trabajar en el centro porteño o la zona norte u oeste del Gran Buenos Aires. Incluso, el SAME debió trasladar por aire a un paciente que era trasladado en una ambulancia que quedó como rehén de la medida.
Si bien Seguridad Vial de la autopista realizó desvíos a la altura de Quilmes y Avellaneda, la recomendación es escapar por caminos alternativos, que tampoco abundan para quienes viven en el sudeste del Conurbano Bonaerense.
Jorge D’Onofrio, Ministro de Transporte de la Provincia de Buenos Aires, visitó el corte y negoció la liberación de dos carriles para que fluyera el tránsito. Además armará una mesa de diálogo. El Gremio de Camioneros que presiden los Moyano sigue en absoluto silencio con respecto a la falta de gasoil.
Sin embargo, el paro de transportistas no se ciñe a esta zona: otros lugares del país, como San Miguel de Tucumán, San Nicolás, Villa Constitución y Rosario, son escenarios de cortes y retenes. Un problema más que se suma a la castigada economía nacional y a los que deben transitar distintas rutas y deben gastar más dinero tomando atajos, dilapidando más combustible y llegando más tarde a destino.