Una familia de cuatro integrantes requirió de ingresos superiores a los $ 99.676 en mayo del 2022 para no caer en el segmento de la pobreza, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). El aumento con respecto al mes anterior fue del 4,6 %, mientras que la variación internaual se ubicó en el 54,7 %. Ambas cifran son oficiales, es decir que las genera el mismo Estado Nacional que debería ocuparse del tema.
La canasta básica alimentaria, que marca el horizonte de indigencia, ascendió a $ 44.499 y creció un 4,6 % que lleva el aumento interanual a la exorbitante cifra de 62,3 %.
Si se trata de una familia de tres integrantes, precisó $ 79.354 para no ser pobre y $ 35.426 para no ser indigente. Si son cinco personas, las cifras se elevan a $ 104.838 y $ 46.803, respectivamente.
¿Cómo se determina la canasta básica alimentaria? Por la suma de alimentos que demandan los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para un determinado grupo familiar, que incluye, entre otros productos, pan, arroz, fideos, papa, azúcar, legumbres secas, carne, menudencias, fiambres, aceite, huevo y leche.
La canasta básica total toma como base la canasta familiar y le añade los precios de bienes y servicios no alimentarios pero que son menesteres en la vida diaria de las familias argentinas.