Arrecian protestas, cortes y piquetes por las 160 mil personas a las que se les suspendieron los planes, pero siguen siendo una sangría para la devastada economía argentina.
El Poder Ejecutivo dirigió 2.700 millones de pesos por día, en enero, para planes sociales, que controlan dirigentes piqueteros aliados al oficialismo. Los dos principales programas del Ministerio de Desarrollo Social, Potenciar Trabajo y Tarjeta Alimentar, dependen del Movimiento Evita y La Cámpora.
Mientras la inflación no se detiene, los valores destinados a los planes sociales van creciendo por sobre ella. El dato se percibe mirando lo que se pagó con los impuestos de los argentinos en los últimos tres eneros: 600 millones por día en 2021; 1.100 millones (casi el doble) en 2022 y 2.700 millones (más que el doble) en 2023.
En los primeros 31 días de este año, se transfirieron a las áreas de ayuda social 84.077 millones de pesos, a razón 2.712 millones de pesos cada 24 horas. El presupuesto anual previsto por el ministerio de Economía en asistencia social para este año es de más de un billón de pesos.
Potenciar Trabajo, el destino al que más dinero le da el ministerio de Desarrollo, desde su creación en 2020, está a cargo del líder piquetero Emilio Pérsico, secretario, no casualmente, de Economía Social. Al Estado ya le costó 46.652 millones en enero de 2023 que salen de los impuestos que pagan los argentinos. En un insólito, o no tanto, movimiento de caja, Pérsico paga este subsidio desde Economía Social y lo cobra desde el Movimiento Evita, donde es el principal referente.
El plan Políticas Alimentarias se paga a través de la ANSeS. Ambos organismos están a cargo de líderes de La Cámpora: Laura Alonso o Fernanda Raverta. En enero se destinaron 37.424 millones de pesos.
Los dos programas suman más del 90 % del presupuesto de un ministerio que gastó, solo en el primer mes del año, 87.122 millones de pesos. Solo 3.000 millones de pesos se destinaron a otros programas.
