Hoy martes ya comenzó, en varias ciudades de la Argentina, un paro de transportes público de pasajeros. La medida transformó al 17 de mayo en un día de escaso movimiento, similar a un feriado, en urbes como Salta o Córdoba. Y apunta a ser más grave aún el jueves o el viernes, si no surgen soluciones. La UTA reclamó en abril una paridad de sueldos con los que perciben los choferes del AMBA. Esta demanda está ligada al régimen de subsidios que recibe el sector, como compensación para que los empresarios no aumenten los pasajes al mismo ritmo de la inflación.
En esa oportunidad, la conciliación dictada por el Ministerio de Trabajo frenó la huelga. Pero como el pedido quedó en la nada, esta tarde se realizó un último encuentro en dicho ministerio, pero tampoco prosperó la demanda.
“Queremos dejar expresado que responsabilizamos de todas las consecuencias de cualquier medida de acción gremial, a la total negativa a acordar los sueldos de los trabajadores del transporte de pasajeros del interior del país, y a pretender negociar salarios diferentes a los del Área Metropolitana de Buenos Aires”, señala el documento que lleva la firma de Roberto Carlos Fernández, Secretario General Consejo Directivo Nacional de la UTA.
Y agregó: “Nuestro pedido ha sido en todo momento claro, pretendiendo únicamente trabajar, y cobrar los salarios que legítimamente nos corresponden. No vamos a permitir que nos condenen a salarios de pobreza. Por eso ratificamos la medida de acción gremial por 72 horas, conforme la siguiente modalidad: paro de actividades el próximo martes 17, retomando la actividad el día del Censo Nacional (18 de mayo) en colaboración a la función desempeñada ese día, en la instancia de feriado nacional, cumplida la cual se reanudará la medida de acción gremial durante los días jueves 19 y viernes 20 del corriente”.
Según los empresarios, en el interior necesitarán 14.000 millones de pesos para pagar estos salarios, y si no se establecen nuevos subsidios nacionales, deberían hacerse cargo cada compañía o los estados provinciales.
«Si bien desde Nación se ratificó el compromiso de establecer un fondo de 46.000 millones de pesos para el interior en 2022, los subsidios para todas las jurisdicciones apenas representan el 15 por ciento del total, mientras que el restante 85 por ciento se destina al AMBA. Eso hace que tanto los gobiernos provinciales como las empresas del interior del país cuenten con muchos menos recursos para hacer frente a los nuevos acuerdos salariales», advirtieron los empresarios del transporte.