“El Banco Central de la República Argentina emitirá billetes y monedas, de curso legal, que circularán con la denominación de ‘peso’, sobre la paridad de un (1) peso equivalente a cien (100) pesos (Decreto 2128/1991). La centésima parte del peso se denominará ‘centavo’”, señala el primer artículo de un proyecto de ley que presentó en el Congreso Nacional el diputado Gerardo Milman.
En su cuenta de tuiter, el legislador justificó su propuesta: “el gobierno decidió cambiar las imágenes de nuestra moneda sin avanzar en la emisión de billetes de mayor denominación. La realidad es que con esos billetes cada día se pueden comprar menos cosas”.
Tal como lo comentó, se anunció desde el Poder Ejecutivo la emisión de una nueva línea de billetes, cuyo diseño cambia los animales autóctonos por lo próceres, pero no incluirá valores superiores al máximo actual de $1.000, a pesar de la pérdida de poder de compra que sufre por el efecto de la inflación.
La propuesta de Milman elimina dos ceros al peso nacional. Entonces los 100 pesos actuales equivaldrán a un peso futuro. Desde la vuelta a la democracia, el primer cambio monetario tuvo lugar en 1985, cuando arrancó el austral, que le quitó tres ceros a la moneda circulante, el peso argentino al que hacía pocos años le habían birlado cuatro ceros. La hiperinflación de 1989 se llevó puesto al austral.
Entonces, en 1991 volvió el peso como moneda nacional, pero quitándole cuatro ceros: se estableció una paridad de 1 peso a 10.000 australes.
“Los billetes y monedas expresados en pesos que se encuentren en circulación, mantendrán su curso legal en todo el territorio nacional, por un equivalente en ‘pesos’ y ‘centavos’ hasta tanto se disponga su oportuno canje por el BCRA en el plazo y forma que este último determinase”, agrega otro artículo de la nueva propuesta.
No es la primera vez que Milman presenta un proyecto similar: a fines del año pasado propuso que el BCRA emitiera billetes de $2.000, $5.000 y $10.000 dada la creciente inflación. Otros legisladores de Juntos por el Cambio habían presentado ideas similares para reducir los costos de impresión y traslado de dinero en efectivo.
El diputado concluyó que “lamentablemente la Argentina tiene una espiral inflacionaria que nos afecta a todos, pero en especial a los más humildes. Pese a eso, el Gobierno está preocupado en cambiar los dibujitos de los billetes. El billete de 100 pesos de Evita, que dijo que iba a volver y ser millones, ya sabemos lo que vale. Y el de $1000, el de mayor valor en la Argentina, vale solamente 5 dólares. Nuestra moneda se depreció y cada vez vale menos, pero por lo menos hagamos que sea más fácil la vida cotidiana”.