Un perro callejero fue el protagonista menos esperado de un violento intento de robo en la localidad bonaerense de Quilmes, al poner en fuga a dos motochorros que interceptaron a un hombre cuando esperaba a bordo de su camioneta que le abrieran el portón de una fábrica.
El insólito episodio ocurrió en las últimas horas sobre el cruce de las calles Martín García y Andrade y quedó registrado en una cámara de seguridad. Las imágenes muestran al dueño de la pick-up estacionado y a una moto que pasa a toda velocidad y que, al llegar a la esquina, da la vuelta y regresa rápidamente.
Uno de los ladrones se abalanzó entonces, con una piedra en la mano, sobre la puerta del acompañante y destruyó la ventanilla pero, al advertir que no tenía a mano nada que pudiera robar, hizo lo mismo con el vidrio de la puerta trasera, decidido a no irse con las manos vacías del lugar.
El tiempo que tardó el delincuente en pasar de una ventanilla a la otra fue el mismo que demoró el conductor en reaccionar y empezar a dar marcha atrás para intentar escapar. La maniobra probablemente no hubiera tenido éxito de no ser porque, justo en ese momento, apareció en escena Firulais, un perro de la calle que la cooperativa había adoptado meses atrás.
El animal sorprendió al motochorro por detrás, le mordió un glúteo y precipitó, de esa forma, su fuga antes de que pudiera llevarse algo y sin que fuera necesario tampoco que el dueño de la camioneta concretara su plan de escape.
Los asaltantes huyeron del lugar en la misma moto en la que habían llegado. En tanto, la víctima del frustrado asalto solo tuvo que lamentar algunos daños materiales menores en el vehículo.