La suma fija de 60 mil pesos para trabajadores del sector público y privado del país es una medida que busca contrarrestar el deterioro del poder adquisitivo de los salarios por culpa de la inflación disparada. Sin embargo, al ser a cuenta de la paritaria tendrá un impacto menor al esperado. Para peor, generó grandes controversias en gobernaciones y sobre todo en municipios.
La mayoría de los gobernadores se excusó de otorgar el bono que dispuso el ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa, con el argumento de que tenían vigentes acuerdos salariales superadores. El caso es que los trabajadores municipales de todo el país, comenzaron a reclamar que se les pague la suma fija.
Y una de las zonas de mayor foco de conflicto es la provincia de Buenos Aires, donde tras idas y vueltas, el gobernador Axel Kicillof decidió adherir a la medida y además crear un Fondo Especial de Asignaciones Extraordinarias Salariales para Municipios para auxiliar a los intendentes que lo necesiten. Pero hay un detalle: el dinero que se otorgue será de carácter reintegrable.
Desde un primer momento, los jefes comunales -en especial los opositores- pedían que los recursos para hacer frente al bono salga de arcas nacionales o provinciales. La solución propuesta por Kicillof se queda a mitad de camino, ya que ese dinero se les descontará probablemente de los fondos coparticipables.