Una agrupación kirchnerista viajará la semana que viene a Nicaragua para oficiar como uno de los veedores internacionales de las elecciones del próximo 7 de noviembre en las que Daniel Ortega irá por su cuarto mandato consecutivo. El jefe del régimen de Managua fue quien pidió a esa organización K que forme parte del proceso de “transparencia” por medio de su embajada en Buenos Aires.
Los comicios en el país centroamericano se desarrollan en medio de un clima de represión, violación de derechos humanos y persecución política: hay siete precandidatos a la presidencia privados de su libertad que no podrán participar de la contienda.
El último gesto del Gobierno de Alberto Fernández con la dictadura nicaragüense ocurrió la semana pasada cuando Argentina se abstuvo de votar una resolución de la OEA (Organización de Estados Americanos) que exigía la liberación de los presos políticos y que contó con el apoyo de 26 de los 34 miembros activos del bloque regional. La Casa Rosada compartió su abstención junto con siete países, entre los que se encontraban Bolivia y México.
A poco más de una semana para las elecciones, confirmaron que la agrupación “Populismo K” estará presente como veedora de los comicios del primer domingo de noviembre; están habilitados para votar cerca de 4 millones y medio de nicaragüenses.
La invitación formal llegó por parte del embajador de Nicaragua en Argentina, Orlando Gómez, dirigida al secretario general de Populismo K, Hipólito Irigoyen. En el documento al que accedió este medio, la embajada nicaragüense le “reitera” a Irigoyen “los términos que verbal y telefónicamente” le fueron transmitidos en cuanto a “la importancia de su presencia en la República de Nicaragua, entre las fechas 5 al 9 de noviembre, dado el proceso electoral a llevarse a cabo el domingo 7 de noviembre de 2021″.
“Por nuestro pueblo, el FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional) y el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, será un honor poder brindarle toda las atenciones y cortesías locales que su presencia en nuestro país amerite”, culmina la carta firmada por Gómez donde reitera “las muestras de mi revolucionario y fraternal aprecio”.
El líder de la agrupación kirchnerista ratificó que el propio Gómez le transmitió -con el aval de Ortega- “la importancia de estar en Nicaragua para ser parte de garantizar la transparencia de las elecciones”.
“Populismo K” es una agrupación de la Ciudad de La Plata conformada por militantes afines al kirchnerismo más duro, que en los últimos años ha cobrado trascendencia por exigir la liberación de dirigentes que han sido parte de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Primero ante Mauricio Macri y luego ante Alberto Fernández, a quien presionaron por un indulto o amnistía para los presos K y por una “reforma judicial urgente”.
Pese a tener un nombre radical, Hipólito Irigoyen ha compartido actos y mantiene diálogos con Luis D’Elía, Milagro Sala y Eugenio Zaffaroni. El líder de Populismo K tejió lazos más allá del plano local. Junto al asesor general de la agrupación, Santiago Ali Brouchoud, mantienen contacto estrecho con las embajadas de Venezuela, Cuba, Nicaragua, e incluso la de Palestina.
“Por la impronta de nuestra agrupación fuimos invitados para ser parte, junto a un conjunto de veedores, de las elecciones de 7 de noviembre en Nicaragua”, argumenta la decisión del régimen de Ortega de convocarlos para “garantizar la transparencia” de los comicios.
Si bien sostiene que para su agrupación “es un orgullo enorme”, se quejó de que Nicaragua sea de “los países que están siempre bajo la mira de Estados Unidos”: “¿Por qué tiene que garantizar y legalizar sus elecciones, y cuando en Estados Unidos vota el 30% del padrón nadie le discute?”, se preguntó el militante.
Este jueves la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publicó un informe donde señala que los comicios de Nicaragua ocurren en un “clima de represión y cierre de los espacios democráticos en el país”. “Con ello se busca la perpetuación en el poder en forma indefinida y mantener privilegios e inmunidades, en un contexto de represión, corrupción, fraude electoral e impunidad estructural”, advierte el órgano de la OEA contra el gobierno del ex guerrillero sandinista.
Según la CIDH, producto de la represión de las manifestaciones hubo al menos 328 muertos, 1.614 detenidos, de los cuales 136 siguen presos, y más de 103 mil exiliados. El informe destaca que este año, fueron privadas de su libertad “arbitrariamente” más de 30 personas, incluidos siete precandidatos a la presidencia, que permanecen detenidos a casi una semana de las elecciones.
Nicaragua se ha transformado en un “Estado policial”, donde Ortega “tiene instalado un régimen de terror”, con un “intenso y sistemático” ataque a las libertades públicas “a través de las instituciones de seguridad estatales y paraestatales”, señaló la CIDH.
En este marco, Argentina se abstuvo en la última votación de la OEA en la que se volvió a exigir por “la liberación inmediata” de los opositores detenidos en Nicaragua antes de las elecciones de noviembre.
Desde Cancillería explicaron que la abstención de Argentina correspondió a que el Consejo Permanente de la OEA hizo una “consideración apresurada” de este tema que “resulta improcedente y extemporánea”, debido a la proximidad de los comicios en Nicaragua y “la inminente realización del 51 Período de Sesiones de la Asamblea General de la OEA” prevista entre el 10 y 12 de noviembre, donde se debatirá, entre otros temas, la situación nicaragüense.
El periodista, escritor, y analista político, Jorge Asís cuestionó la postura de Casa Rosada y sostuvo que el Gobierno argentino “se abstuvo de votar en contra de Nicaragua” porque Alberto Fernández “quiere ser presidente de la CELAC, que es un organismo más estúpido y menos interesante que la OEA; y ya la OEA sirve para poco”.
Asís lamentó que se ponga en juego el prestigio internacional en materia de derechos humanos por una simple candidatura: “Yo no sé qué tienen en la cabeza”, manifestó en diálogo con A24. “Si sos peronista, tenés que saber que para Perón la única política que existía es la política internacional”, sentenció.