El encargado de hacer llegar la invitación era el presidente Alberto Fernández, pero la discusión por los traslados de Bruglia, Bertuzzi y Castelli arruinaron los planes. Ahora, se evalúan otras opciones
Con las horas contadas, tres reuniones por semana y corriendo contrarreloj para llegar al 18 de noviembre con todo listo, la comisión de juristas que armó Alberto Fernández se quedó sin escuchar a la Corte Suprema de Justicia. La decisión de invitar a los ministros del máximo tribunal era exclusivo resorte del jefe de Estado, pero en medio de idas y vueltas la convocatoria nunca llegó al cuarto piso del Palacio de Tribunales. “El tema del per saltum frenó todo. Era imposible invitarlos en medio de esa discusión y ahora ya no hay tiempo”, admitió a Infobae una fuente vinculada a la Casa Rosada.
Es que en diez días vence el plazo para que la comisión termine sus 90 días de trabajo en donde fueron “cocinando” las distintas propuestas sobre la Corte Suprema, el Ministerio Público, el Consejo de la Magistratura, el juicio por jurados a nivel nacional y el traspaso de la justicia penal nacional a la órbita de la ciudad.
Dos miembros de la comisión centralizan la escritura de lo que ya está acordado, pero todavía quedan cuestiones puntuales a definir. Por ejemplo, la decisión de abordar o no el número de miembros de la Corte Suprema, admitieron a Infobae las fuentes consultadas. Algunos de sus integrantes, antes de haber llegado a la comisión, ya habían opinado en libros o entrevistas su idea de ampliar la Corte. Sin embargo, desde el Gobierno apenas se creó la comisión se insistió en que el tema no estaba por ahora en el foco del debate. Lo que el Presidente les pidió puntualmente fue una propuesta sobre “la selección de integrantes, de criterios de diversidad de género y representación federal”. El tema de género y la federalización será una recomendación clave que hagan estos expertos sobre cada uno de los temas que le toque opinar.
Como ya publicó en oportunidades anteriores Infobae, sí esta claro que la comisión busca regular el funcionamiento “del 280”, el relación al artículo del Código Procesal Civil que le da la potestad a la Corte Suprema de rechazar un planteo sin tener que dar explicaciones. En el mundo judicial se lo conoce como el “planchazo” y genera malestar entre defensores y fiscales porque ni siquiera comprenden por qué les dijeron que no; y hasta en los jueces, porque a veces -admiten- ni si quiera saben bien qué tienen que resolver después de un 280. Una de las propuestas es fijar una serie de causales para que la aplicación de ese recurso aparezca más orientativo.
Por otra parte, una de las ideas sobre la que se viene trabajando en la comisión es la de crear un tribunal intermedio que canalice la mayoría de los reclamos por arbitrariedad que llegan a la Corte. Sin embargo, no es una idea cerrada y las opiniones están divididas, revelaron a Infobae las fuentes consultadas. Entre los que sí apoyan la idea de un tribunal previo a la Corte, aparecen los que se inclinan por una suerte de Casación no penal, pero eso solo tendría alcance a nivel de la justicia nacional. Otra opción es que el tribunal pueda revisar también las resoluciones de las Cortes provinciales. Precisamente como el tema es complejo no hay definiciones todavía.
Vale recordar que la comisión está integrada por los abogados Carlos Alberto Beraldi, León Arslanian, Andrés Gil Domínguez, Gustavo Ferreyra y Marisa Herrera, y los jueces de distintas cortes del país Inés Weinberg de Roca (CABA), Hilda Kogan (Buenos Aires), Claudia Sbdar (Tucumán), María del Carmen Battaini (Tierra del Fuego) y Omar Palermo (Mendoza), junto al ex juez de España Enrique Bacigalupo, coordinados por el abogado y funcionario Fabián Musso.
El “Consejo Consultivo para el Fortalecimiento del Poder Judicial y el Ministerio Público en el ámbito de la Presidencia de la Nación” fue presentado en sociedad el 29 de julio en la Casa Rosada, cuando Alberto Fernández anunció el envío de su proyecto de reforma judicial al Congreso. Las invitaciones para ese acto llegaron al cuarto piso de Tribunales, pero cuatro de los cinco miembros de la Corte decidieron no ir. La única que asistió fue Elena Highton, quebrando el aislamiento que se había impuesto por la llegada de la pandemia.
Esta semana, mientras la Corte Suprema definía que los traslados no son permanentes pero a la vez dejaba momentáneamente en la Cámara Federal a los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, Fernández reclamó a la Cámara de Diputados que se «digne» a tratar el proyecto que ya fue aprobado en Senado, con retoques al texto original y la creación de más de mil cargos.
Pero la decisión de la Corte Suprema de aceptar el per saltum que pedían los jueces Bruglia, Bertuzzi y Germán Castelli para revisar la jugada que había puesto en marcha el oficialismo del Consejo de la Magistratura desencajó en ese momento al propio Presidente, que era quien tenía activar las invitaciones para la Corte para que opinaran en la comisión.
Hubo idas y vueltas e incluso mensajes desencontrados. Pero finalmente el convite a la Corte quedó desactivado. Varios de los integrantes de la comisión, que habían bregado por escuchar a la Corte, se sintieron decepcionados de que la iniciativa nunca hubiera visto luz. Sobre todo porque en la primera etapa de funcionamiento vieron desfilar a los distintos protagonistas y opinadores de las áreas sobre las cuales van a proponer modificaciones.
Allí estuvieron presentes desde el Procurador interino Eduardo Casal (sorprendido igual por el poco tiempo que le tocó disertar) y la Defensora general Stella Maris Martínez hasta el titular del Consejo de la Magistratura Alberto Lugones y el representante del gremio de los judiciales Julio Piumato, pasando por la Asociación de Magistrados, la Asociación Argentina de Juicio por Jurados o la Academia de Ciencias Morales y Sociales, entre otras. Incluso se invitó a la titular de las Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto y la representante de Madres línea fundadora “Taty” Almeyda.
Pero, a diferencia de todos los que desfilaron vía zoom por la comisión, a la Corte la dejaron para lo último (porque era último tema a tratar) y la invitación debía salir desde la Casa Rosada. Justo en medio del clima político que se había generado por el asunto de los traslados. “En la comisión no hubiera lo que hubieran querido, pero todos entendieron”, dicen los que están al tanto de lo que pasa entre los juristas.
Por estas horas, a las reuniones que se hicieron desde el inicio los martes y sábado se le acaba de agregar un nuevo día: los viernes. ¿Por qué? “Para llegar con todo”. Los integrantes del comité consultivo buscan guardar reserva sobre lo que vienen armando para que nada se filtre hasta que no terminen de hilvanar toda las sugerencias.
Según indicaron a Infobae las fuentes, como el texto que elabore la comisión queda a disposición del Presidente para que resuelva qué hacer con ello, no se descarta que el Presidente lo envíe a la Corte Suprema en consulta, para que el máximo tribunal pueda así acercar sus consideraciones. Sería una forma de enmendar la ausencia de invitaciones a la comisión que pensó su reforma.